Episodio : 50. Mafia en la Licorera.
00:00:00 - Mafia en la licorera, gerente, secretario y pagador. Un día me visitaron los panaleros de sandoná con sacado bomená en cuyas amaneis reginares, y me fueron a felicitar a la unitudía y a contarme la forma como eran tratados. Ellos traían la panela y la pesaban y hacían la cuenta de cobro, la firmaban y les decían, el pago será en unos seis o ocho meses, pero si quieren la plata hay un delegado de los romos que compran las cuentas. Los que necesitaban para pagar obrerros y todos los gastos que causan una movienda, aceptaban la propuesta con un descuento considerable, lo que multiplicaba era que a los tres días el señor Romo ya tenía en pagaduría un solo cheque por valor de todas las cuentas que había comprado y gozando la propina de esto, el pagador, gerente y secretario.
00:01:17 - Yo me puse las pilas y pensando que yo nací en el campo y cómo se sacrifica el campesino para obtener un centavo. Me dio rabia y mandé a un asistente para que me envíen la disponibilidad presupuestal para la compra de la panela. La tabía para comprar panela de contado y no alcanzaba, rían las bodegas para almacenarlo. A los que me visitaron les pedí que vuelvan y que yo les iba a ayudar. Un día se habían conversado todos los paneleros y llegaron a la oficina. Yo les conté que no, que lo que había era una mafia en la licorera y que yo la iba a desbaratar. Y yo sí sabía cómo es la fatiga en el campo para producir algo y me comprometí con ellos y les dije que traigan toda la panela que puedan hasta que llenen las bodegas y que yo les hacía pagar de contado.
00:02:16 - Es lógico que el primer mes vamos a batallar pero triunfaremos.
00:02:21 - Llegó los cheques de la quincena, desde el gerente hasta el celador y yo los arrumé a un lado del escritorio y me fui a la contraloría y no volví sino hasta el otro día.
00:02:32 - Llegó a rogarme el tesorero y el gerente y yo les dije que con mucho gusto, pero que primero quiero ver los cheques de los proveedores de panela que tenían tanto derecho como ustedes.
00:02:44 - Luego me mandaron el sindicato amenazando huelga y yo les manifesté que al que tenían que acelerar huelga era el de solero y gerente que no quería firmar los cheques de los paneleros y que estaban haciendo negocio con la plata de ellos, que esto no era justo.
para los paneleros no había plata pero para pagarle la cuenta endosadas a los romos si se les pagaba los tres días. El sindicato se citó frente a la pagodría y mandaron al presidente a presionar para lograr que el tesorero haga los cheques a los paneleros. Se polarizaron ya tres incenas, fue tanto la presión del sindicato que vieron que el tesorero, señor Colom, Miranda, seguía despreocupado, se cintuaron frente a la tesorería y no lo dejaron salir al morsar hasta que cumpla con los paneleros. Por la tarde llegué a la auditoría y me estaba esperando el tesorero por la miranda y me dijo, «Señor Auditor, yo quiero cumplir con lo que usted me pide, pero démme un plazo de 15 días y el sindicato no me ha dejado salir me almosar, yo le contesté, máximo le doy tres días, además le presto mis asistentes con la condición de que les dé un refrigerio a las siete de la noche y los lleve a cada una a su casa a las once de la noche.00:04:10 - Por fin llegaron los chequers de los paneleros y llamé a cada municipio para que vengan a recibir sus cheques. La alegría fue tanta que los paneleros me invitaban a los distintos pueblos, me pedían la dirección de la casa y yo no les daba, algunos tal vez me siguieron porque cuando llegué a la casa, una esquina de la saga estaba llena de rastas con tapa envuelta, envueltas en lático al fenífres Comoní y unas anchetas.
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