Abril  13, 2022

Episodio 7: El ejemplo de Cristo

10 de Abril
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00:00:00 - Aleluya, yo pondría, mi vida es Cristo. Aleluya, mi todo es Jesús. Cristo es la vida. Vamos al mensaje de hoy. Busquen en Hebreos capítulo 12. Hebreos capítulo 12. Bienvenidos a los que nos visitan por primera vez. No a los que visitan la casa de nuestro hermano Federico, sino a los que nos visitan como iglesia. Sean bienvenidos. Hebreos capítulo 12, versículo 1 al 6. En mi Biblia tiene un título que dice, puesto los ojos en Jesús. Por tanto nosotros, también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

00:01:32 - Puesto los ojos en Jesús, el autor y el consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio y se sentó a la diestra del trono de Dios.

00:01:48 - Versículo 13, en adelante dice así, considerad aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar, porque aún no habéis resistido hasta la sangre combatiendo contra el pecado, y habéis ya olvidado la exhortación que como hijo se os dirige diciendo, hijo mío, no menosprecéis la disciplina del Señor, ni desmaye cuando eres reprendido por él, porque el Señor al que ama disciplina y azota a todo el que recibe por hijo. Esta carta a los hebreos, el autor de esta carta a los hebreos, en los primeros diez capítulos mostró la superioridad, la supremacía de Cristo. Aquí le mostró con la misma escritura, con la misma palabra de Dios, con la ley, con los profetas, con los salmos. Mostró que Cristo es superior a todos los que, esta iglesia que nosotros tenemos en esta carta como a los hebreos, aquellos cristianos con un trasfondo de una religión judía, le mostró que Cristo es superior a todo lo que ellos tenían como superior o igual a Cristo. Demostró que Cristo es el Hijo de Dios, y Cristo es el Hijo del Dios viviente, que Cristo es superior a los ángeles, a los profetas, que Cristo es superior al tabernáculo, a Moisés, a Abraham, porque Cristo es Dios, es la manifestación visible del Dios invisible. Cristo es el Dios hecho carne, el Dios hecho hombre, que vino a salvar a los pecadores.

00:03:51 - Cristo es Dios hecho hombre que vino a salvar a los pecadores de la ira de Dios, de la justicia de Dios. El autor de los hebreos mostró la superioridad de Cristo, y en el capítulo 11 le mostró la necesidad de que depositaran su fe en ese Dios hecho hombre, en ese Dios que mostró y manifestó su amor, viniendo de este mundo, humillándose a sí mismo, muriendo por pecadores.

00:04:26 - Ese Dios que con su sangre selló un nuevo pacto, ese pacto que nos relaciona con él.

00:04:36 - El Dios que se hizo hombre para que sea el puente entre nosotros, los hombres, con todas nuestras imperfecciones, si ponemos nuestra confianza en él, es el puente que nos une a Dios.

00:04:48 - Y en el capítulo 12 que acabamos de leer, nos muestra el supremo ejemplo a seguir, que es Cristo.

00:04:57 - O sea, toda la carta de los hebreos nos está mostrando claramente lo que muestra toda la

00:05:05 - Biblia, a Cristo, al Hijo de Dios. Dice, fijando la mirada en Cristo como una meta, puesto los ojos en Jesús como el autor y el consumador de la fe, poniendo la mirada en Cristo como una meta a seguir, como el galardón que debemos, el cual todos debemos anhelar estar con él. Si nosotros, humanamente, alguien nos hace algún regalo y esa persona no está con nosotros, nosotros vamos a anhelar conocerla. Acá el autor de los hebreos dice que Cristo, puesto los ojos en Jesús, el autor y el consumador de la fe, poniendo la mirada en él como aquel atleta que está corriendo una carrera, tiene en su mente llegar a la meta, pero también poniendo la mirada y fijando nuestra mirada en

00:05:57 - Jesús como el ejemplo a seguir. La esperanza de los cristianos, la esperanza cristiana, no está ligada a nada en este mundo. Un cristiano no puede decir yo anhelo el día de mañana alcanzar tal meta en este mundo. Sí, tenemos metas posibles en este mundo, pero hay una meta que todo cristiano debe tener en común como la meta mayor a todas las otras metas. Nuestra meta es tener y conocer y ver a la persona gloriosa de Jesucristo. Eso es lo que dice el autor de los hebreos. Si alguien dice ser cristiano y no tiene revelación, conocimiento de Cristo, entonces se está engañando a sí mismo, porque dice puesto los ojos en Jesús, puesto los ojos en Jesús. Hoy la mayoría de los habitantes de este mundo dicen que conocen y creen en un Dios. Ese Dios es indefinido, es como algo superior, dicen, pero ni siquiera lo conocen. Porque Dios, como el pastor decía al comienzo en el Salmo 19,

00:07:07 - Dios se hizo visible por medio de la creación, esa es la revelación general, pero esa revelación general no alcanza para que si yo muero hoy pueda ser salvado, rescatado del infierno que merezco por ser pecador. Necesito una revelación especial, esa revelación especial es Cristo.

00:07:30 - Si alguien dice ser cristiano y solamente conoce de Cristo como de un personaje histórico que murió hace 2.000 años colgado en un madero y ni sé bien por qué murió, esa persona no tiene a Cristo como una meta a alcanzar, como un ejemplo a seguir. Se está engañando a sí mismo porque no es un verdadero cristiano. Y hasta suena ilógico decir que soy cristiano y no conozco a Cristo.

00:08:01 - Porque la esperanza, porque la promesa, porque la esperanza está puesta en la promesa que hemos recibido de parte de Dios, le dice el autor de esta carta a los hebreos, aquella iglesia que estaba padeciendo una gran tribulación. Una iglesia que estaba haciendo, les recuerdo para entrar un poquito en contexto, lo que quizás no conocen el contexto de esta carta, eran cristianos que anteriormente habían tenido una vida ligada a la religión judía, estaban sufriendo persecuciones, tuvieron que dejar sus casas, sus tierras, su lugar donde ellos vivían, por la fe en Cristo.

00:08:50 - Estaban sufriendo las persecuciones de los romanos, pero también los de los judíos, aquellos que eran parte de la comunidad de estos hebreos. Y el autor de la carta, muchos dicen que esta carta tiene el propósito de alentar a aquellos cristianos que estaban desalentados. Y yo creo que ese no es el propósito final, no es el propósito principal. El propósito principal de esta carta, ¿sabe cuál es? Es mostrar a Cristo. A veces nosotros decimos, sí, el propósito de esta carta es, y yo escuché a muchos pastores y he leído hasta comentarios, dice el propósito central de la carta a los hebreos es alentar a los que están desalentados, es animar a los cristianos que están desanimados. Aquellos que abandonaron la fe y estos que quedaron, estaban a punto de abandonar la fe. Entonces este, el autor de la carta, escribió esta carta a modo de animarlo y motivarlos. Y nosotros lo que vemos, no vemos palabras persuasivas, como diría el apóstol

00:10:00 - Pablo de humana sabiduría, tratándolos de animar, damos que esto ya va a pasar, aguantemos un poquito más que ya viene Cristo y nos lleva al cielo. Si no, el autor de esta carta está mostrándole a la persona gloriosa de Jesucristo. ¿Saben qué? Mis hermanos y amigos, todo predicador tiene que mostrar a Cristo, tiene que por medio de la escritura mostrarle a la persona maravillosa, gloriosa del Hijo de Dios de Jesucristo. Dice el apóstol Pablo, si usted me acompaña por favor, y marca Hebreos doce, busca la carta Los Colosenses.

00:10:52 - Colosenses capítulo, Colosenses capítulo uno, versículo veintisiete.

00:10:59 - El apóstol Pablo le escribe a esta iglesia de Los Colosenses, y vamos a tomar como la última parte de este versículo, Colosenses uno veintisiete, pero vamos a leer todo el versículo. Dice, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria. Cristo en ustedes la esperanza de gloria. Cristo en nosotros es la esperanza de gloria. ¿Cuál tiene que ser la esperanza de un?

00:11:54 - De los cristianos, de nosotros, Cristo. Nuestra esperanza, por eso dije al comienzo, no está ligada a nada de esta tierra. Si hay predicadores que dicen, vas a ser rico, esa no es mi meta.

00:12:11 - Vas a ser famoso, esa no es mi meta, esa no es mi esperanza. Pero si nos dice, nuestra esperanza es Cristo, esa es nuestra esperanza, esa es nuestra meta.

00:12:25 - El apóstol Pablo en Gálatas capítulo dos, un conocido pasaje en la escritura, versículo veinte,

00:12:33 - Gálatas dos veinte, por eso Pablo pudo escribirle esto a los Gálatas, fíjese, porque nuestra esperanza es Cristo. Yo lo voy a leer en la nueva versión internacional, usted, Gálatas dos veinte, usted fíjese en la Biblia, en la versión que tenga a mano, yo le leo en la versión, en la nueva versión internacional, dice, he sido crucificado con

00:13:00 - Cristo y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí, lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. Pablo está diciendo, yo lo vivo para mí, mi vida es Cristo y lo que vivo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios.

00:13:31 - Ahora entendemos por qué Pablo no perdió nunca el gozo en medio de tanta aflicción, nunca perdió, nunca se desanimó

00:13:42 - Pablo, por lo menos nos vemos en la escritura una carta de Pablo enojado y mostrando como una aflicción y una desesperación o desesperanza, diciendo y no sé para qué he seguido a este

00:13:57 - Cristo, desde que comencé a seguirle todo me comenzó a ir mal. Nosotros a veces medimos y evaluamos nuestra vida cristiana de acuerdo a nuestras circunstancias, temporal y la que estamos viviendo en las circunstancias actuales, como está, nos encontramos dos hermanos, como está hermano, peleándola en la lucha, difícil, sufriendo, triste, amargado.

00:14:29 - Que no tenés puesta tu mirada en Jesús, no digo que no nos vamos a desanimar, no digo que un cristiano no llora, no digo que un cristiano no se desanima, sino digo que un cristiano, un hijo de Dios, tiene puesta su mirada en Cristo. Por eso Pablo, no lo vamos a buscar, pero en Romanos 8, 17 o 18 dice, pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables a la gloria venidera que nosotros ha de manifestarse. Hebreos 12, he puesto los ojos en Jesús. Comienza el versículo 1, por tanto nosotros también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos y vamos al versículo 3, considerad, hebreos, vamos hebreos, por favor, volvamos hebreos. Hebreos 12, 3. Por eso el autor de los hebreos le dice, Hebreos 12, 3, considerad aquel que sufrió tal contradicción de pecadores.

00:15:26 - ¿Lo tiene? Está diciendo, cuando dice, considerad aquel, comparate con Cristo.

00:15:37 - Cristo sufrió contradicción, o sea, oposición de pecadores. Y él no era pecador. Contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Está diciendo, lo está diciendo, le está hablando a aquellos que decimos ser creyentes, aquellos que decimos ser cristianos.

00:16:01 - Nos comparemos con Cristo. Cristo sufrió algo que él no tenía la necesidad ni era merecedor de sufrir. Cristo sufrió oposición, sufrió y padeció cosas en manos, de manos de los pecadores, cuando él no era pecador. Y dice el autor de esta carta, de este versículo que acabamos de leer, si nosotros nos comparamos con él, tenemos que decir así, si Cristo lo sufrió, que él no lo merecía, era santo, era Dios. ¿Por qué yo no? Para que tu ánimo no se canse, esa fatiga espiritual. Necesito unas vacaciones, necesitas conocer de Cristo.

00:16:55 - Porque el lugar no hace al Hijo de Dios la paz interior, sino Cristo es el que nos da paz.

00:17:02 - El autor de esta carta dice, sigan, comparen con Cristo para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar, hasta que se desanime, diga, no, ya no doy más. Compárense con Cristo, el que sufrió tanta oposición de pecadores y por los pecadores, porque sufrió para salvarnos nosotros los pecadores. No nos cansemos ni nos desanimemos, dice el autor de esta carta.

00:17:33 - Estaban padeciendo, sufriendo tribulación de parte de los incrédulos y se estaban agotando estos hebreos espiritualmente. No pierdan el ánimo, no desmayen, no se den por vencidos.

00:17:53 - Los hebreos, dice, que se sentían cansados espirituales. Su alma estaba cansada, agotada y pensaban abandonar la fe. El autor de la carta dice, consideren a Cristo.

00:18:14 - Y Cristo sufrió no por ser pecador. Ahora la pregunta que nos tenemos que hacer y no vamos a responder públicamente, sino que interiormente nuestras mayores aflicciones me animaría a decir, no me animo a decir todas, tienen que ver con nuestros propios pecados.

00:18:37 - ¿Por qué sufrimos? ¿Por qué padecemos? Por nuestros propios pecados.

00:18:44 - Cristo sufrió, padeció, no por sus pecados, porque él no pecó, él era santo. El único varón santo, santísimo, inmaculado, fue Cristo. Él no merecía sufrir.

00:19:02 - Pensemos ahora, ¿por qué estamos sufriendo? A veces por nuestros pecados.

00:19:10 - La mayor parte de nuestros problemas y sufrimientos son por luchar contra nuestros pecados y por nuestros pecados. Cristo sufrió en manos de los pecadores, nosotros como Iglesia de Cristo vamos a sufrir también oposición de los pecadores, de aquellos incrédulos. Hebreos 12, 4 al 6. Hebreos 12, 4 primero.

00:19:39 - Porque aún no habéis resistido hasta la sangre combatiendo contra el pecado.

00:19:43 - El autor de la carta le dice a la audiencia original, ¿Quiénes de los que están aquí ustedes sufriendo? Ha sufrido por luchar, darle lucha, batalla al pecado.

00:20:01 - Y esa lucha le significó derramar sangre.

00:20:05 - Alguna vez nos encontramos, a ver, volvemos al ejemplo que di hace rato. Se encuentran dos cristianos. Dicen, ¿Cómo estás hermano luchando contra el pecado? ¿Sí? ¿Y cómo está la lucha?

00:20:18 - Pero estoy, me estoy desangrando ya, pero sigo dándole batalla al pecado. Eso no es común, no es verdad. No luchamos de esa manera. Eso es lo que dice el autor de la carta.

00:20:31 - No, no estaban sufriendo por luchar contra el pecado, contra la tentación.

00:20:42 - De ver, todo cristiano tiene que luchar contra el pecado.

00:20:46 - Porque tenemos que darle batalla al pecado, porque el pecado es nuestro enemigo.

00:20:53 - Porque Cristo murió en la cruz para hacernos libres, libres de la esclavitud del pecado. Eso es lo que dice la Biblia. Entonces un cristiano no puede decir que ha sido vencido por el pecado, sino que debemos decir y ponernos de acuerdo con la palabra de Dios, que cuando pecamos lo hacemos voluntariamente. No porque el pecado fue más fuerte que nosotros. Estamos diciendo entonces

00:21:21 - Cristo mintió, no nos hizo libres del pecado. No se cansen, no pierdan el ánimo, consideren a

00:21:32 - Jesús que él puso su mirada, no puso su mirada en el sufrimiento, esto lo dije la semana pasada, ni en la vergüenza pública, sino puso una mirada en lo que iba a producir ese sufrimiento y esa vergüenza pública. Cristo murió, sufrió todo lo que padeció y sufrió una gran vergüenza pública para salvarnos a nosotros pecadores. Esa fue la manifestación más grande de amor, la manifestación del amor de Dios, el amor del Padre. Y ahora el autor de la carta entra en un terreno que a nosotros no nos gusta, la disciplina. Versículo 5, dice y habéis olvidado la exhortación.

00:22:21 - Acá la palabra exhortación tiene el sentido de animar, que como hay hijos se os dirige diciendo, y acá cita el proverbio capítulo 3 del 11 al 12, se os dirige diciendo, dos puntos, hijo mío, esto Dios diciendo, diciéndonos a nosotros, no menosprecies perdón la disciplina del Señor ni desmayes cuando eres reprendidos por él, porque el Señor al que ama disciplina y azota todo el que toma por hijo. El autor de la carta dice voy a animarlos, voy a recordarle cómo Dios animó a su pueblo en proverbio 3 del 11 al 12, hijos míos no menosprecien mi disciplina, porque Dios, ni cuando seamos reprendidos por Dios, porque el Señor al que ama disciplina y azota a todo el que recibe por hijo. Los que llamamos nosotros adversidad,

00:23:27 - Dios lo llama disciplina. Los hebreos de aquel tiempo, de hace dos mil años atrás, decían estamos sufriendo una gran adversidad, y dice la escritura, Dios dice eso no es adversidad, eso es disciplina, y la disciplina es la manifestación del amor de Dios.

00:23:46 - Disciplina, en el original, la palabra está en griego original es paideia, que significa, escucha bien, instrucción, formación, castigo, corrección para mejorar la conducta.

00:24:07 - Y paideia es a un menor, a un hijo, el paido bautismo, se relaciona con los niños.

00:24:17 - La disciplina es la marca que valida la relación de Dios con sus hijos, es la marca más clara de que uno es hijo de Dios. Yo otra vez hablaba, creo que con el pastor, le digo Dios a mí no me deja pasar una, me corro así y me disciplina. Yo una vez sin teología le dije Dios, déjame pasar una por lo menos, y después entendí que era la marca más clara de un hijo de Dios, la disciplina, y el autor de los hebreos por eso no menosprecian la disciplina de Dios. Ustedes llaman oposición, adversidad, tribulación, problema, y Dios les llama disciplina. La disciplina es la marca que valida, que revela, es la evidencia, podemos decir, más clara de que uno es hijo de Dios. La disciplina, esa manifestación del amor de Dios nunca fue aceptada en ninguna de las esferas. En la terrenal, cuando nuestros padres nos disciplinaban nos decíamos gracias papá por amarme tanto, ni tampoco en la esfera espiritual, quien a la mañana ahora cuando está padeciendo una prueba, gracias señor por azotarme tanto, no le decimos adiós.

00:25:52 - Ni cuando éramos creyentes agradecemos a nuestro padre, ni ahora que somos creyentes agradecemos a nuestro padre celestial. Es por eso que debemos mirar la disciplina como un fin, como un, perdón, no debemos mirar la disciplina como un fin, no es el fin ser disciplinado sino un medio que tiene un fin, es como un camino que nos lleva a un final. La disciplina debe ser el camino que nos lleva a un final. Por eso Jesús no miró el sufrimiento y el sufrimiento que padeció

00:26:27 - Cristo no fue una disciplina o castigo para que él sea mejor, porque era perfecto, porque él era

00:26:32 - Dios hecho hombre cuando estaba en este mundo. Nosotros tenemos que mirarla como un fin, como un camino que nos lleva a que nosotros seamos perfeccionados como hijos de Dios. Más adelante vamos a ver qué dice para que nosotros compartamos la santidad de Dios, para que seamos santos como él es santo. Hebreos 12 7 al 8 dice si soportáis la disciplina, si soportáis la disciplina Dios os trata como a hijos, porque, acá se hace una pregunta retórica, ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

00:27:17 - Pero si se os deja sin disciplina de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos y no hijos. Si alguien no recibe disciplina es que, primero, en la esfera terrenal, si un hijo no recibe disciplina es que tiene un padre irresponsable, que no ama a su hijo, que no corrige, que no pone límites a sus hijos. Pero Dios no es irresponsable ni le falta sabiduría a Dios, es un Dios santo y perfecto en todos sus atributos. Entonces Dios sí disciplina, corrige, perfecciona a sus hijos. Eso es lo que dice la carta. Si aquel padre, hay un padre que es sabio, responsable y no disciplina a su hijo, quiere decir que no es su hijo, es un bastardo.

00:28:26 - Nosotros tenemos que mirar la disciplina como un castigo de Dios, un castigo sin ningún propósito.

00:28:36 - Si fuéramos más entendidos en esto, deberíamos agradecerle a Dios cuando somos disciplinados.

00:28:46 - Deberíamos agradecerle porque estamos siendo perfeccionados, porque tenemos un padre que nos ama y no debemos ver la disciplina como el enojo de Dios, un padre enojado, sin amor, castigándonos a nosotros, hijos rebeldes. Si no debemos ver a un padre amoroso, un padre perfecto, que nos lleva a la perfección. Y el modelo y la meta es que seamos semejantes a su hijo, a Jesucristo. Eso dice la escritura en Romano 8.29, no lo vamos a buscar ahora. Teológicamente, ¿cómo deberíamos interpretar la disciplina, el sufrimiento?

00:29:40 - Debemos interpretar como parte de un plan perfecto de Dios. Lo que conocemos o estudiamos un poco de la Biblia y de la teología y de la doctrina, debemos entender cómo la disciplina es parte de un plan, del plan perfecto de Dios, de parte del decreto de Dios, de parte de la providencia de Dios. No debemos pensar jamás que las tribulaciones, los problemas son parte o son producto de la casualidad o de la mala suerte. Me fue mal, tuve mala suerte. No debemos mirar la disciplina como el padecimiento de un Dios que se olvidó de nosotros o de un Dios que está enojado con nosotros. Y yo creo que a veces pensamos así, Dios se olvidó de mí y Dios está enojado conmigo.

00:30:39 - Tampoco los sufrimientos se causa porque nuestros enemigos son superiores o más fuertes que nosotros. Y Dios no nos pudo hacer nada. Bueno, por eso estamos padeciendo esto.

00:30:52 - Quizás los hebreos pensaban eso. Bueno, Dios no nos puede defender del emperador romano, del gran imperio romano. Dios, es más, Dios levantó a ese imperio romano porque Dios es soberano. Él está por encima de todos. Pero nosotros a veces pensamos que estamos sufriendo porque, bueno, no tuve suerte,

00:31:15 - Dios está enojado conmigo, Dios se olvidó de mí o mis enemigos son más fuertes y más poderosos que yo. Y no es así. Si nosotros llevamos eso al plano laboral, decimos, bueno, mi jefe es malo y él es mi jefe. Si nos llevamos al plano en el barrio, los vecinos, bueno, mi vecino es más poderoso que yo y tengo que humillarme y bajar la cabeza. No, no, es el plan perfecto de Dios para disciplinarme y perfeccionarnos a nosotros. O lo mismo pasa si lo llevamos al ámbito familiar. Bueno, lo que pasa que mi suegro, mi suegra, mi cuñado, mi cuñada son difíciles y bueno, yo tengo que mostrar que soy cristiano pero por dentro los odio y tengo que callar y cuando quiero decir, no, tengo que entender que es parte del plan perfecto de Dios para perfeccionarnos a nosotros. Bueno, el autor de la carta a los hebreos le está diciendo, no es que el imperio romano sea más fuerte que Dios, no es que ustedes han sido olvidados por Dios, no es que Dios está enojado y se ensañó con ustedes, sino que Dios los ama tanto que por medio de la disciplina él lo está perfeccionando para hacerlos semejante a su hijo, porque los que antes conoció también los predestinó, dice Romano 8.29, para que sean semejantes, conforme y tengamos rasgos parecidos en nuestro carácter. ¿A quién? A Jesucristo. Gracias Señor por la disciplina. No lo voy a hacer repetir ni levante su mano y diga gracias. Tranquilo, no se sienta obligado. Hebreos 12.9.

00:33:08 - Por otra parte dice, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban y los venerábamos.

00:33:14 - ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al padre de los espíritus y viviremos? Y aquellos, está hablando de los padres terrenales, no, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este, para los que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Hay una comparación, papá terrenal, papá celestial. Nuestros padres terrenales, por poco tiempo, ya el hijo creció 15, 16 años. Bueno mami, ya no me digas nada, ya soy grande.

00:33:56 - Ya es grande mi hijo, no le puedo decir nada. Pero nuestro padre, aún nosotros peinando canas, nos sigue disciplinando. Nuestros padres terrenales lo hacían de acuerdo a lo que ellos tuvieron como sabiduría y enseñanza y heredaron de sus antecesores, pero este padre nos disciplina con una sabiduría incomparable, perfecta y para nuestro provecho y con un propósito y ese es el fin de la disciplina, para que participemos de su santidad. Dios nos está diciendo con la disciplina, yo quiero que ustedes sean igual a mi hijo Jesucristo, que participen de la santidad. Nuestros padres terrenales nos disciplinaron con una sabiduría escasa.

00:34:52 - Cuánto más vamos a aceptar la disciplina de parte de nuestro padre celestial, lo vamos a recibir con gozo, porque si tenemos entendimiento, nos vamos a pensar cómo piensa el mundo. El mundo piensa que cuando está sufriendo algo, digo el mundo, digo el incrédulo, aquel que no cree en Dios, aquel que no conoce del plan perfecto de Dios. Dice esto me parece injusto lo que me está pasando a mí. Yo creo que Dios ha sido injusto conmigo, porque yo no merecía esto.

00:35:23 - Bueno, yo fui uno de esos que le dije adiós antes de que Dios llegara a mi vida. Un día me encerré para que nadie me escuche y ya con la impotencia tan grande le dije adiós, pero por qué me hace esto a mí si yo no no soy tan malo. Me parece injusto lo que estás haciendo conmigo. No conocía de la perfección de Jesucristo ni de la perfección de Dios. Lo hice por ignorancia, pero los que somos parte de la iglesia de Cristo no debemos ignorar quién es nuestro Dios y quién es nuestro Señor

00:35:55 - Jesucristo. El propósito de la disciplina es formar en nosotros el carácter de su Hijo.

00:36:07 - En los momentos que estemos siendo disciplinados, sufriendo como estaban padeciendo estos hermanos hebreos de hace muchos años atrás, no debemos pensar como piensa el incrédulo.

00:36:24 - Dios está siendo injusto conmigo. Dios se olvidó de mí.

00:36:30 - Esto no me parece justo. Yo creo que no merezco tanto sufrimiento. Si no deberíamos ver, y quiero que quede claro por eso estoy repitiendo, a la disciplina no como el castigo, el enojo de

00:36:44 - Dios, sino como el amor de Dios, la mano de Dios perfeccionándonos a nosotros. La disciplina es la enseñanza. Es para que quede grabado en nuestro ser cómo quiere Dios que nosotros seamos.

00:37:07 - Cuando alguien está sufriendo, no solamente sufre la angustia y el dolor que está padeciendo en sí, no solamente sufre eso, sino también sufre o sufrimos porque no entendemos por qué estamos sufriendo. Por ejemplo, alguien tiene una enfermedad incurable y primero que dice por qué tengo esta enfermedad incurable. Alguien se le murió un ser querido y dice ¿por qué se me murió este ser querido si no era edad para que muriera? No entendemos. El mayor problema que tienen los la gente de este mundo, los que no conocen de Dios, es que no saben por qué y les atormenta.

00:37:59 - Una vez me encontré cuando estuve internado, me iban a operar de la vesícula y encontré a una persona que tuvo un accidente en una moto y su novia murió en ese accidente y él estaba desesperado. No entendía por qué, no entendía qué pasó. Dice ¿por qué murió ella? Dice ¿por qué yo no morí? Yo estaba al lado de él y le dije ¿vos moriste por qué? ¿Vos no moriste porque Dios no quiso que murieras? Y ella murió porque era el día que tenía que morir, porque así dice la Biblia.

00:38:26 - Job 14.5 dice que Dios determinó el día que vamos a vivir acá en la tierra y nadie va a sobrepasar ni un solo día. Y él dijo... y después venían a visitarlo y decía el pastor me ayudó, el pastor me ayudó. Yo lo único que le dije es lo que dice la palabra de Dios. Él dijo no es la palabra de Dios. Le seguía doliendo la muerte de su novia pero ya había sido aliviado del por qué, por qué, por qué. A usted no le pasa eso. ¿Por qué estoy sufriendo? ¿Por qué estoy padeciendo? Y acá dice la Biblia, el autor de Hebreo dice y la palabra de Dios nos dice a nosotros porque Dios lo determinó así y lo que llamas sufrimiento, adversidad, Dios lo llama disciplina. Y nosotros decimos bueno, ahora entiendo. No es mala suerte, no es producto del enojo de un Dios airado, sino es la disciplina es fruto de el amor de un padre.

00:39:34 - El incrédulo dice es injusto.

00:39:38 - Nosotros decimos estamos siendo disciplinados.

00:39:40 - Porque nosotros conocemos el amor de Dios, la fidelidad de Dios. Cuando dudemos del amor y de la fidelidad de Dios, pensemos en la cruz. ¿Quiénes de nosotros seremos capaces de entregar a nuestro hijo para que muera por pecadores? Ninguno. Porque no tenemos tanta capacidad de amar. Dios sí. Porque él no siente amor, él es amor. Hay una promesa en la palabra de Dios, hay una afirmación que no tiene ni el más mínimo sentido de duda. No lo busque yo, lo voy a decir. Romanos 8, más a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien.

00:40:36 - Más a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, les coopera para bien. ¿Y cuál es ese bien?

00:40:46 - Que nos parezcamos más al Hijo de Dios, a Jesucristo. Por eso el autor de Hebreos comenzó capítulo 1, versículo 1, hablando Dios. En otros tiempos se comunicaba, se relacionaba por medio de los profetas, pero en este tiempo lo hace por medio de su Hijo y mostró la superioridad de

00:41:09 - Cristo. Cristo, Cristo, Cristo. Porque Cristo es el fin de todo. Sin Cristo ninguno de los que estamos aquí estaríamos aquí. Debemos apartar el desaliento, la tristeza, cuando estamos siendo disciplinados. Debemos apartar, desasociar el sufrimiento y la tristeza cuando nosotros seamos disciplinados. Esa va a ser la evidencia más clara de, primero, de que estamos adquiriendo madurez espiritual y, segundo, que tenemos un entendimiento mejor de quién es Dios.

00:41:52 - Para eso no hay que ir al psicólogo, ni a un coaching, ni nada, sino tenemos que fijar nuestra mirada en Cristo. El problema de los hebreos no era la persecución. El problema de los hebreos, de aquellos hebreos de hace 2.000 años atrás, de la audiencia original, no era que habían sido desarraigados. El problema de los hebreos, de estos hermanos hebreos, era que ellos habían perdido el objetivo, la claridad de ver a Cristo. Lo mismo que nos pasaría ahora nosotros como cristianos. Cuando nos desanimamos, cuando nos desalentamos, cuando nos cansamos espiritualmente, es porque dejamos de poner nuestra mirada en Cristo y comenzamos a poner la mirada en nuestro dolor, en nuestro sufrimiento, en nuestras circunstancias, en todas las cosas terrenales. Si un predicador trata de de animar a la audiencia, buenos hermanos, supongamos, me pongo en modo predicador coaching, buenos hermanos, ¿quiénes de aquí tienen problemas? Levante su mano, se va a ir el problema, se va a ir, se va a ir en el nombre de Jesús.

00:43:14 - No soy predicador, no sería siervo de Dios, sino sería un coaching que trate de animar, trate de engañarlos.

00:43:24 - Un predicador tiene que mostrarle a Cristo como la meta y el ejemplo de Cristo. Cristo padeció,

00:43:30 - ¿por qué yo no? Cristo no lo merecía, yo así lo merezco. Yo estoy padeciendo por causa de mis pecados.

00:43:37 - Pero Dios lo usa, ese pecado, ese error, el Padre bueno lo usa como una herramienta para perfeccionarme, por eso todas las cosas ayudan a la bien.

00:43:57 - El autor de Hebreos, inspirado por el Espíritu de Dios, lo que quiere mostrarle a los hebreos de aquel tiempo y la palabra de Dios por medio de esta predicación de este siervo de Dios, lo que pretende es que pongamos nuestra mirada en

00:44:19 - Cristo para que todo tenga sentido, porque si no nada tiene sentido, nada, absolutamente nada tiene sentido. ¿De qué tendría sentido de que hoy Dios, supongamos, nos hiciera riquísimo a todos?

00:44:35 - De acá a unos cuantos años vamos a morir y nuestro destino es el infierno, pero gracias a Cristo hoy tenemos esperanza de una vida eterna, del gozo perpetuo, del paraíso, que nosotros no lo ganamos porque no podíamos, pero Cristo sí, lo ganó para nosotros.

00:45:00 - Busquen en Efesios capítulo 2, versículo 11, para que lo que dije recién tenga sentido y sustento bíblico.

00:45:14 - Por eso digo sin Cristo nada tiene sentido, pero con Cristo todo tiene sentido.

00:45:19 - Efesios 2, 11, los primeros dos versículos, voy a hacer una paráfrase, voy a parafrasearlo, lo tiene, dice, no olvidemos, los dos primeros versículos es una paráfrase, no olvidemos que en otros tiempos estábamos excluidos, en otros tiempos éramos paganos, incrédulos, en esos tiempos estábamos apartados de Cristo, no éramos ciudadanos del reino de Dios, en otros tiempos éramos ajenos a las promesas del pacto, vivíamos en este mundo sin Dios, ni por más que alguien diga yo creo en Dios, pero estábamos sin Dios, porque Cristo es el único camino para llegar a Dios. Efesios 2, 13, ahora leo textual, pero ahora, hay una ahora, eso es maravilloso, pero ahora en

00:46:10 - Cristo Jesús, vosotros que en otros tiempos estabas lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo, habéis hecho, voy a repetirlo, pero ahora en Cristo Jesús, ustedes que en otros tiempos estaban lejos, sin Dios, sin nada, han sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

00:46:35 - El autor de Hebreos, sabe lo que hizo, cómo le animó a esos hebreos que estaban sufriendo, mostrándole a Cristo, antes cómo estábamos nosotros, le hablo a los que formamos parte de la iglesia, si alguien de acá dice yo no sé de lo que está hablando el pastor, yo creo en Dios, pero me dijo recién que eso no alcanza, porque el Dios de la Biblia dice, Jesús dice yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al

00:47:11 - Padre, a Dios, si no es por mí, acá dice el autor, Pablo a la iglesia Efesia dice, ustedes antes estaban así, sin nada, sin Dios, sin pactos, sin bendición, lejos, lejos, lejos de Dios, pero ahora, gracias a la sangre de Cristo, estamos cercanos.

00:47:39 - Se imaginan si podríamos mostrarle a Cristo a tanta gente desesperanzada, desesperada, desesperada de este mundo, primero los psicólogos quedan sin trabajo, se mueren de hambre, de verdad.

00:47:52 - Cómo alguien va a sufrir por alguien que no conoce, los hebreos de aquel tiempo estaban sufriendo por Cristo, pero no tenía una mirada clara de Cristo, por qué está sufriendo por

00:48:08 - Cristo, por quién es Cristo, no sé, nadie sufre por alguien que no conoce, pero cuando conocemos la obra de Cristo, la persona de Cristo, quién fue Jesús, entonces Pablo dice, ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí.

00:48:32 - Lo que pasa que nosotros a veces nuestra vida, no la interpretamos bajo la luz de la gloria de Cristo, nuestra vida la interpretamos de acuerdo a nuestras ambiciones personales, que es lo que yo quiero. Lo mismo pasa cuando a veces leemos la Biblia o predicadores predican la Biblia no bajo la luz de la gloria de Cristo, porque de

00:48:58 - Génesis desde el capítulo 1 hasta Apocalipsia, el último capítulo, saben cuál es la intención del padre, es mostrar quién es su hijo, para la gloria del hijo.

00:49:21 - Nosotros debemos entender, ya cierro con esto, debemos interpretar cada circunstancia de nuestras vidas bajo la luz de la gloria de Cristo, o si no vamos a, no vamos a entender nada.

00:49:36 - Cuando el hombre no entiende algo, entonces trata de entender a su manera, entonces empieza a torcer todo argumento para que cierre y diga, ah bueno, ya entiendo, pero esa no es la verdad. La única verdad es que si nosotros somos seguidores de Cristo, debemos seguir las pesadas de él. Y la disciplina no es enojo, sino, perdón, el sufrimiento no es enojo, sino es disciplina, la disciplina es enseñanza, es el perfeccionamiento de Dios, es la manifestación del amor de Dios.

00:50:12 - Por eso el autor de Hebreos dice, si volvemos a Hebreos, versículo 11, es verdad que ninguna disciplina del presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza, pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

00:50:44 - Si no miramos ese fruto, entonces nos vamos a desesperar. Estoy hablando a los que decimos ser cristianos, a los que no conocen de Cristo, pídele a Dios misericordia para que le muestre al Hijo.

00:51:02 - Ahí en el himnario que usted tiene, el último himno que cantamos está en la página 23, en la página 22, el himno número 22, dice muestra a Cristo. Yo siempre digo que este himno

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