Julio  29, 2021

Episodio 32: #16 Las ciudades (Parte I)

Tema: Las ciudades. Poeta invitado: Martín Raninqueo. Novedades Literarias: "La mano izquierda de la oscuridad" Ursula K. Le Guin. Primera persona: Gabriel García Márquez
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00:00:00 - El hombre camina a días enteros entre los árboles y las piedras.

00:00:06 - Raramente el ojo se detiene en una cosa y es cuando la ha reconocido como el signo de obra.

00:00:12 - Una huella en la arena indica el paso del tigre.

00:00:15 - Un pantano anuncia una vena de agua.

00:00:18 - La flor de libisco, el fin del invierno.

00:00:21 - Todo el resto es mudo, es intercambiable.

Árbores y piedras son solamente lo que son.

00:00:29 - Finalmente el viaje conduce la ciudad de Tamara, unos adentran ella por calles llenas de ensenias que sobresalen de las paredes.

00:00:37 - El ojo no ve cosas sino figuras de cosas que significan otras cosas.

00:00:41 - Las tenazas indican la casa del Sacamuelas, el Jarlatabarna, las alabardas al cuerpo de Guardia, la balanza del hervorista.

00:00:50 - Estatos y escudos representan leones delfines, torres, estrellas.

00:00:54 - Signo que algo, quien sabe que, tiene por signo un león o delfín o torre o estrella.

00:01:01 - Otros señales alberten sobre aquello que en un lugar está prohibido.

00:01:05 - Entrar en el callejón con las carretillas, orinar detrás del kiosco, pescar con cañas del puente y lo que es lícito dar de beber a las cebras, jugar a las bochas, quemar los cadáveres de los parientes.

00:01:21 - Desde la puerta de los templos se ven las estatuas de los dioses, representados cada uno con sus tributos.

00:01:27 - La cornoscopía, la quepcidra, la medusa, por los cuales el fiel puede reconocerlos y dirigirles las plegarias justas.

00:01:36 - Si un edificio no tiene ninguna enseña o figura, su forma misma y el lugar que ocupa en el oro de la ciudad, basta para indicar su función.

el palacio real, la prisión, la casa de moneda, la escuela pitagórica, el burdel.

00:01:53 - Hasta las mercancías que los comerciantes exhiben en los mostradores, valen no por sí mismas, sino como signos de otras cosas. La banda abordada para la frente quiere decir elegancia. El palaquín dorado, poder. Los volúmenes de haberroes, sapiencia.

la jorca para el tobillo voluptuosidad la mirada recorre las calles como páginas escritas la ciudad dice todo lo que debes pensar te hace repetir su discurso y mientras crees que visitas tamara no hace sino registrar los nombres con los cuales se define sí misma y a todas sus partes como es verdaderamente la ciudad bajo esta apretada envoltura de signos que contiene o esconde el hombre sale de Tamara sin haberlo sabido. Afuera se extiende la tierra vacía hasta el horizonte y abre el cielo donde corren las nubes. En la forma que el azar y el viento dan a las nubes, el hombre ya está entregado a reconocer figuras. Un velero, una mano, un elefante.

00:03:10 - Uhu, uhu, uhu, uhu, uhu...

00:03:21 - Uhu, uhu, uhu, uhu...

00:03:27 - ¿Para qué voy a salir?

00:03:33 - ¿Para qué voy a salir?

00:03:36 - Si siempre es igual, siempre lo mismo

00:03:49 - Para que voy a dormir

00:03:54 - Para que voy a insistir en lo mío

00:03:59 - Si siempre es igual, siempre lo mismo

00:04:06 - La Ciudad es ¿no? ¿Qué fascinación nos despiertan las ciudades? De haber pocas cosas más hermosas como la descubrir una ciudad por primera vez ¿no? Hace un instante compartíamos apenas una de esa poética asociación de relatos que deo Ítalo Calvino en su libro La Ciudad es Invisibles y en donde da cuenta de una asociación de relatos, de descripciones que realiza el viajero y marcador veneziano Marco Polo, ante el emperador Kluwai Khan, descendiente del famoso Genshis Khan. Lo cierto es que Kluwai Khan es un emperador melancólico que ha caído en la cuenta que su vasto imperio de su poder ilimitado tiene un límite, el de la propia ruina que se ciñe sobre él. El Khan ha descubierto que por más extensión de la que sea dueño por mas poder que se tenga tarde o temprano va a desaparecer en alguna guerra o con su propia muerte. Todo termina siendo efímero, entonces de repente ese emperador melancórico recibe una bocanada fresca de aire y esa bocanada se le da en los relatos del viajero veneziano Marco Polo que comienza a narrar la existencia de ciudades imposibles, lejanas a ese imperio, ciudades que él ha encontrado en sus viajes, ciudades que de tan imposibles son invisibles para él, ciudades que quizás no existan, pero que para el Kahn tiene los efectos de los relatos de Jeresade sobre su esposo y sultán, influjo que a esa joven le permite seguir con vida al final de cada noche. Las ciudades están ahí por descubrirse y uno no puede evitar esa mirada de Boyer, que también consigue el escritor uruguayo Felizberto Ornández. Todos caen rendidos hasta una nueva ciudad que se abra ante sus ojos.

00:06:08 - Pesemos en la locura de Aguirre, pesemos en el mito de Andorra, en la fascinación de los conquistadores hasta el Imperio Maya, Azteca o Inca, ante los templos griegos o a las pirámides egipcios. Es que quizás las ciudades escondan en sus rincones, las historias fantasmales de quienes habitaron previamente. Quizás las ciudades nos ofrecan innumerables portales que nos permiten recorrerlas de manera anacrónica y acceder así a 2, 3, 4 o 10 ciudades al mismo tiempo. ¿Qué nos cuenta la Andalucía con todo ese influjo mosárabe? ¿Qué nos cuenta las ruinas romanas? ¿Qué nos cuenta el machupicho?

que nos cuenta la torre y fel, que nos cuenta la estatua de la libertad, que nos cuenta lo belisco, que nos cuenta la saladita, cada uno de esos rincones, cada uno de los lugares, nos cuenta lo que vemos pero también lo que no vemos, los latidos de los que ya no están e hicieron que ese espacio perdure en el tiempo, la ciudad están ahí y no hay nada como descubrirlas por primera vez, la segunda vez uno podrá encontrar otras cosas pero ya no estará la fantasía ni la sorpresa del primer encuentro. Tal vez por eso los man-rai cantan eso de que buenos ser turistas buenos aires, mirar las cosas por primera vez. En este momento de la noche piensen un viejo profesor de la facultad de periodismo que nos remarcaba que el mejor atributo con el que debía contar un periodista no era el de dar pinicias y detectadas y el de escribir bien siquiera y el de contar rápido algo y el de contar cosas porque sí el mejor atributo con que te diga con tal un periodista era con el don de la curiosidad aquel viejo profesor lo concebió un periodista sin curiosidad bueno él también recomendaba una buena manera de descubrir una ciudad era perderse en ella subir su micro y descubrirla en ese recorrido el tipo extraviado una metrópole nueva la mira con una tensión con la que no la recorrerá nunca más, en un estado de tensión y atención permanente.

00:08:19 - ¿Qué piensa Gulliver al descubrir cada nueva ciudad? ¿Qué pensamos cada uno de nosotros?

00:08:25 - A veces al descubrir una nueva ciudad nos sorprendemos con que los lugareños sientan hartazgo con su propia ciudad, que tienen sobre ello una visión anodina.

00:08:34 - La costumbra comenzará a actuar sobre ellos y se recontrarán recién con sus calles sus rincones cuando definitiva, temporal o circunstancialmente se encuentren alejados de ella.

00:08:45 - Allí comenzará a trabajar la melancolía, la lloranza. Somos cada rincón de cada una de las ciudades por las que caminamos y por eso cada nueva ciudad carga con la historia de cada uno de los tipos que dejó una marca en ella.

00:09:08 - No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no

00:09:38 - Salgo caminar sin rumbo en un día cualquiera Pero un día cualquiera puede ser mucho más

00:10:04 - Y a la parte de atrás de él, sin enterio

00:10:08 - Luzando el parque, llego a un paro

00:10:22 - Es solo hombres que beben vino y juman tabaco

00:10:27 - Pero en el aire, hay algo muy especial

00:10:31 - Es pleno invierno, pero una ola de calor en pade

00:10:36 - Como sucede a veces a todas mis ciudades

00:10:42 - Ciudad de Druca sirias falto

00:10:46 - Un puerto sin salir al mar

00:10:51 - Sin navegar está preciso

00:10:55 - Hoy voy a sentarme en el bar

00:10:59 - A viajar perdiendo el tiempo perdiendo el tiempo yo voy a viajar

00:11:19 - Un hombre se me acerca y me declara

00:11:23 - El eratón en un teatro principal

00:11:28 - Se decide que va a mostrarme sus virtudes

00:11:32 - Intervetando personajes singular

00:11:38 - Ciudad de Bruja se asfalto

00:11:42 - Un puerto sin salir al mar

00:11:47 - Sin navegar es tan preciso

00:11:50 - Voy, voy a sentarme en el par

00:11:55 - Voy a viajar, perdiendo el tiempo, perdiendo el tiempo

00:12:01 - Yo quiero viajar, adoro descansar

00:12:06 - Entre la gente, charlar o dibujar

00:12:11 - Sentado en cualquier bar

00:12:16 - En cualquier lugar

00:12:20 - Si un dame bruta se asfaltó un puerto sin salir a armar

00:12:43 - Sin navegar está preciso

00:12:46 - Hoy voy a sentarme en el bar

00:12:51 - A viajar que hayamos rendidos ante Buenos Aires, París o Macondo.

00:13:18 - Mucha literatura y sobre ciudades, y es que por alguna razón no podemos escaparnos de la fascinación que ellas no generan, tanto para recorrerla como para esos viajes exteriores o interiores. Podríamos mencionar muchas obras, porque casi toda la totalidad de la literatura mundial les debe hojas y hojas.

00:13:37 - Metengo un segundo en la novela Bruxelles Piano Bar del uruguayo Juan Carlos Mondragón, que un periodista atormentado por la violencia que reina en la ciudad y que se ha desatado sobre Montevideo, decide realizar un exilio imaginario a Bruselas.

00:13:51 - Las ciudades serán las protagonistas de la noche, ellas serán presentes en nuestra recomendación literaria cuando hablemos de la mano izquierda de la oscuridad, o cuando charlemos con el escritor Guillermo Orsi a partir de su novela Ciudad Santa, donde las luces de

00:14:05 - Buenos Aires conviven con el conurbano monarense, la corrupción policial, las apariencias un país de principios de siglo devaluado en el marco de un relato policial, tendremos también nuevamente la sección primera persona donde nos reemontraremos con las voces las palabras de Gabriel García Márquez de aquel que descubrimos como incrédulos de las personas portadoras de Pava, de las personas portadoras de mala suerte y de objetos y acciones también con Pava como en las ciudades de plástico o hacer el amor con las medias puestas, también tendremos

00:14:36 - Pues sí, y descubriremos al poeta Martin Raninqueo, es combatiente de Malvinas, argentino, pero sobre todo de las cochas Mapuche.

00:14:47 - Malesión etarna 16, las ciudades, 221 radio y bienvenidos a Borno.

última carta aquí no hay álamos ni luna querido pablo aquí no hay luna por las noches solo cuelga del cielo techo nuestro juego de alucinada protección una radio portátil obsequio de tía abuela que a veces canta era en abril de alguien de quien no recuerdo su nombre. Tengo tantos silencios por decirte, y sin embargo, lo primero que viene a mi cabeza es esto de no saber cómo debo matar a las ovejas que me miran.

00:15:52 - Apunto, me cargo de acero y bajo el fusil, Mientras espero impaciente el momento de apuntar al norte, Pero los barcos nunca se ven.

00:16:10 - Será por eso que arrojo, confurio, encendida, Cigarros de té en los dientes del aire, quizás como tiros de reglaje o en infantil defensa propia.

00:16:24 - Además, he terminado por comprender que el viento anda lloviendo verdugos, que come la piedra y nos causa dolor. Ahora debo dejarte, querido Pablo,

00:16:43 - Aldré a marcar con vava y veneno un pedazo de tierra que haré mío y en el instante crudo del miedo al polvo le pediré un río de sangre salvaje en las venas o hacerme fuego bajo las alas de Calfucura.

00:17:13 - No entregar, cargué, al huinca,

00:17:18 - Repitió en su agonía para después morir.

00:17:22 - Pero debo salir, hay que vengarlo a Juárez,

00:17:28 - El de las carchas en la risa,

00:17:31 - Al que ayer un pájaro rojo le abrió la frente

00:17:35 - En el centro frío de su soledad.

00:17:38 - Por último, toda caja de música que suene en el mundo, no la dejes apagar.

00:17:47 - Es tu responsabilidad, mi garganta, querido Pablo, en tu garganta queda.

00:18:00 - Martín Ranninkeo, La Plata, 1962

00:18:20 - Hay clásicos, hay bechellas, hay incunables, hay libros de culto

00:18:26 - Y periódicamente, nuestra biblioteca se vuelve más rica con las novedades literarias.

00:18:31 - En maldición eterna, es tiempo de hablar de lo nuevo.

00:18:47 - La mano izquierda de la oscuridad, Cúrsula Le Guin, Minotauro.

00:18:52 - El sello Minotauro nos acerca hasta novela de ciencia ficción escrita en el año 1969 por la escritora Ursula Le Guin y la trámara se envuelve de tal manera que no lo logramos discernir si se trata de una utopía o una listopía.

00:19:05 - La opción transcurre claro está en el futuro y en el planeta invierno, hasta donde llega un viajero espacial llamado Genn Leal a entablar relaciones para impulsar el libre comercio entre distintos planetas de la galaxia. Claro que invierno o Geden como también se lo conoce no es un planeta común y corriente, no solo por vivir eternamente sumergido en temperaturas bajas y prácticamente bajo nieve, sino porque sus habitantes, los gedenianos, tienen una particularidad que los hace únicos, son hemafroditas y pueden adoptar uno u otro sexo únicamente durante el quema, que es la época del celo, por los que de gedenianos pueden en los distintos quema adoptar distintos sexos, sino estar en quema, sino estar en celo, no tienen ningún tipo de sexo. En Geden, Gendly Eye entablará relaciones con Straben, un alto funcionario que no tardará en ser considerado traidora a su patria y con esa acusación también de alguna manera arrastrar al visitante. La autora Ursula de Guine construye su novela con un punto de vista de varios narradores y además irá retardando la acción principal a partir de ir insertando distintas leyendas y relatos guedianos. La trama no se se mueve y no tardamos en vernos abandonados en el crudo invierno, en la nieve, con pocas provisiones intentando llegar alguna parte como las protagonistas.

00:20:49 - Una vuelta del viejo carrusel El horizonte no se de un paso más

00:21:03 - Con una suerte de vitrina de cristal Exhibiendo y destruyéndome

00:21:10 - Oh, oh, siento que vuelvo a nacer

00:21:17 - Oh, oh, mil veces en el mismo ser

00:21:40 - Esto es el caos de un Vendaval

00:21:44 - Yo no tengo amigos, soy todo tu placer

00:21:48 - Soy la presa, estoy en la merced

00:21:52 - Ver el viento y puedo desaparecer

00:21:56 - Ha, ha, siento que vuelvo a nacer

00:22:03 - Ha, ha, mil veces en el mismo sed

00:22:08 - Espero la señal en el turno del magia en todos los días

00:22:17 - Un simbolo de paz, la flor del paro, y solo un recuerdo

00:22:26 - Nosotros solamente queremos saber dónde están nuestros hijos

00:22:29 - Vimos o muertos, angustia porque no sabemos si están enfermos

00:22:33 - Si tienen frío, si tienen hambre, no sabemos nada

00:22:37 - Y de esa esperación, señor, porque ya no sabemos a quién recurrir

00:22:41 - En mi espalda una herida fatal

00:22:45 - El enemigo, cecinándome

00:22:49 - Estoy la presa, estoy a la merced

00:22:52 - Del bien te puedo desaparecer

00:22:58 - Siento que te puedo ver

00:23:03 - ¡Ah! ¡Ah! En paridas y mares

00:23:08 - ¡Esperó la señal!

00:23:12 - En el fondo del mar, cuento los días

00:23:17 - Un símbolo de paz, la flor del barrio maestro

00:23:22 - Y aún recuerda

00:23:25 - ¡Esperó la señal!

00:23:27 - En el fútbol del maldito, en los días

00:23:33 - Un sinmólogo de paz, sin el problema, no hay solo un recuerdo

00:23:57 - Mechones de pelos de mis hijos, trocitos de una carta que mi padre me escribió en la guerra. No te olvides que sos Mapuche y firmaba el Indio Mayor. El curuf de mi peñi silbando en la madera. Una medalla bendecía de mi compañera formada por Jesuitas. Ella tiene la sangre ranquel, astillas de pedernal, tierra de las islas, una bocanada de humo para que mi alma viaje, y en tu cuenco guardo el tallel del pedernal y la flecha, una cabra cielará tu vientre, y cuando el trap cultrungue golpee tu parche, un trueno, sonará en la tierra.

00:25:16 - Cúltrum, cúltrum, tensa tu cuero, con el calor de anto.

00:25:22 - Cúltrum, cúltrum, tensa tu cuero, con el calor de anto.

00:25:32 - Martín Raninqueo, La Plata, mil novecientos sesenta y dos.

00:25:43 - Yo digo, tu dices, él dice, nosotros decimos, ustedes dicen, ellos dicen.

00:25:49 - En maldición eterna es tiempo de primera persona.

00:25:56 - Pero no se trata ni puede tratarse de un reconocimiento a un escritor.

00:26:01 - Este milagro es la demostración irreputable de que hay una cantidad enorme de personas dispuestas a leer historias en lengua castellana y, por lo tanto, un millón de genplares de 100 años de soledad no son un millón de homenajes al escritor que hoy recibe sonrojado el primer libro de este tiraje descomunal.

00:26:28 - Es la demostración de que hay millones de lectores de textos en lengua castellano esperando hambrientos de este alimento.

00:26:43 - No sé a qué hora sucedió todo.

00:26:47 - Sólo sé que es desde que tenía 17 meses, 17 años y hasta la mañana de hoy no he hecho cosa distinta que levantarme temprano todos los días, sentarme frente a un teclado para llamar, para llenar una página en blanco o una pantalla vacía del computador con la única misión de escribir una historia aún no contada por nadie que le haga más feliz la vida a un lector inexistente.

00:27:26 - Subtítulos por la comunidad de Amara.org

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