Octubre  16, 2020

Episodio 4: Celebraciones mortuorias

Fabian Segura narra las costumbres funerarias en Buenaventura, en donde los abuelos y abuelas se encargan de los ritos que aseguran que los muertos puedan llegar al cielo.
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ven llegar al cielo a pesar de que es triste cuando se va a un ser querido hay que asegurarse de que su tránsito entre el cielo y la tierra sea la más adecuada algunas abuelas se encargan de hacer las oraciones de novenario y los arreglos del muerto como debe ser se lo hacen saber a los más jóvenes que no sabemos qué significa las abuelas se encargan de los ritos que cada una de las cosas se cumplan para que ese ser llegue al cielo feliz y los demás lo acompañemos hasta su última morada. Nada puede faltar, a pasar de que todo se vuelve solidaridad, la tristeza aborde el lugar, pero la satisfacción de que todo se hace como se debe reconfortar a la familia. Es importante que la abuela relate cómo es el ritual. Esperaban que ella diga qué va puesto en la tumba y cómo lo hacían antes para prevalecer las costumbres.

00:00:56 - Primero las sábanas blancas las sacan del armario y se pone en el rincón de la sala al frente de la puerta. La mariposa con una tela negra, una alfombra y el vaso de agua debajo del cajón era importante para que el muerto no se fuera con se al cielo. Hasta se estaba pendiente del nivel del agua para ver si el muerto no podía parterse diento. Lo escuché a las matronas decir, póngale el agua debajo del cajón debe tener se. Cuando llegaba el ser querido se recibía con alabados y llorando. No se permite que las lágrimas caigan en la caja porque entristece al muerto y no se va tranquilo al cielo. Se traía el cordón con los nueves nudos para que sea fácil subir al purgatorio al cielo con un cada día de la novena.

00:01:49 - Al muerto no se deja solo, este debe estar acompañado siempre y todos en vela toda la noche, se hace el rezo de las nueve, doce de la noche y tres, seis de la mañana. La sabemaría del mediodía y de las tardes, pidiéndole a la Virginia de Dios que alive su alma y lo lleve descansar en paz. Las abuelas saben y eso hoy en día ya se ha perdido, ver una mariposa negra llegar a la casa, los changos dar vueltas en círculo, el abuelo de un perro y los sueños con matrimonios de blanco, son lo promoninoción de uno que ya se va. Las abuelas oran anticipadamente para que la muerte no rondee o que el alma antes de ir se pida perdón por sus pecados, los abuelos tenían la razón en nuestra cultura y aunque sea doloroso, lo mejor es saber qué se les hicieron los rituales para su alma noche que se va y no volverán a ver porque partió al lado del señor chigualo así se le llamaban a los velorios de los niños es donde se cantan puros alabados, puros arruyos y la gente festeja como si fuera una feria pero es despidiendo el niño con gran emoción y mucha felicidad para que su alma descanse en paz


A pesar de que es triste cuando se va un ser querido, hay que asegurarse de que su transito entre la tierra y el cielo sea la mas adecuada, algunas abuelas se encargan de hacer las oraciones de novenario y los arreglos al muerto como que debe ser se lo hacen saber a los más jóvenes que no sabemos que significa.


Las abuelas se encargan de los ritos, que cada una de las cosas se cumplan para que ese ser llegue al cielo feliz y los demás lo acompañemos hasta su última morada. Nada puede faltar, a pesar que todo se vuelve solidaridad la tristeza aborda el lugar pero la satisfacción de que todo se hace como se debe reconforta a la familia.


Es importante que la abuela relate como es el ritual, esperan que ella diga que va puesto en la tumba y cómo lo hacían antes para prevalecer las costumbres, las sábanas blancas las sacan del armario y se pone en el rincón de la sala al frente de la puerta, la mariposa con una tela negra, una alfombra y el vaso de agua debajo del cajón era importante para que el muerto no se fuera con sed al cielo, hasta se estaba pendiente el nivel que iba el agua para ver si el muerto no podía partir sediento.


Lo escuché a las matronas decir: pónganle el agua que debe tener sed. Cuando llegaba el ser querido se recibía con alabaos y llorando, no se permite que las lagrimas caigan a la caja porque entristece al muerto y no se va tranquilo al cielo, se traía el cordón con los nueve nudos para que sea fácil subir del purgatorio al cielo con cada día de la novena.


Al muerto no se deja solo, este debe estar acompañado siempre y todos en vela toda la noche. Se hace el rezo de las 9, 12 de la noche y 3 y 6 de la mañana, los ave marías del medio día y las de la tarde, pidiéndole a la Virgen y a Dios que alivie su alma y lo lleve a descansar en paz. Las abuelas saben y eso hoy en día ya se ha perdido.


Ver una mariposa negra llegar a la casa, los changos dar vueltas en círculos, el ahullido de un perro y los sueños con matrimonios de blanco son la premonición de uno que ya se va, las abuelas oran anticipadamente para que la muerte no ronde o que el alma antes de irse pida perdón por sus pecados.


Las abuelas tienen la razón: es nuestra cultura y aunque sea doloroso lo mejor es saber qué se les hicieron los rituales para su alma descanse en paz y esperar en la última noche que se va y no lo volverán a ver porque partió al lado del Señor.

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