Episodio 1: #36 Malvinas (I parte)
00:00:00 - Hace un año, al comienzo de la primera temporada de Maldición Eterna, nos encontramos inmersos en un sueño por lo más extraño. Una montaña, ríos de lava, la selva negra y el encuentro fortuito con Dante, quien oficiendo de guía, y tal como Virgilio había hecho con él en la comedia, se ofreció a llevarnos por los distintos anillos del infierno. Ante nosotros abrió un universo onírico de historias, de lecturas. Nos sentimos a gusto y sin voluntad de despertar. De hecho, Dante nos desafió y nos preguntó si realmente deseábamos despertar y abandonar así la belleza del universo creado por una larga cadena de escritores para regresar a la realidad tan cruel como mundana. Dudamos y decidimos perdonecer bajo el influjo de
00:00:58 - Dante durante ocho meses, a lo largo de treinta y cinco programas. Una vez de regreso en el mundo real nos dimos cuenta de nuestro error. Pasa. Nos tiramos de la cama y cerramos los ojos intentando recuperar el sueño perdido. Resultó imposible. Tampoco se miran de mucho los barbitúricos. Resignados, vimos pasar a nuestros días y nuestras noches con la realidad pegada a nuestra frente. Así fue hasta que hace un puñado de días, cuando el tren se socudía y la niebla, de repente, todo lo cubrió. La oscuridad fue total y el silencio, absoluto.
00:01:40 - Abrimos bien los ojos, no procurando ver, sino por el contrario, intentando escuchar con mayor profundidad. A lo lejos pudimos escuchar el repiqueteo de un bastón acercándose.
—Estamos en igualdad de condiciones, —dijo una voz que más resultaba conocida.00:01:58 - La dicción lejos estaba de ser clara. —¿Maestro? —le pregunté.
—¿De nadie? —respondió.00:02:07 - No perdamos el tiempo en saludos ni odulaciones. Siempre resultan torpes e innecesarios, tanto como intentar fregar una trama para hacerse la interesante.
—No tengo mucho tiempo —no dije nada.00:02:19 - Todas las historias ya fueron contadas alrededor de un fuego. Solo nos queda la multiplicación de las mismas, como en el interior de un cuarto de espejos. Siempre sentí espanto ante los espejos, la multiplicación de la habileza del hombre. Con las historias es distinto. Todas las historias ya fueron contadas y están inscriptas en el gran libro, en el único libro que todos conocemos y todos negamos. Un único libro, balbuceé. Si el libro es uno, la historia también.
00:02:53 - La historia no existe. Nosotros no existimos. Nada existe. Vanidosos nos sentimos creadores, soñadores, especiales. Somos pura inmaterialidad. Somos puro reflejo. El sueño de ese otro que está despertando. Segunda temporada de la lección eterna. 221 radio. Libros, lecturas, historias.
00:03:19 - Un 2022 donde no olvidaremos que ningún hombre es una isla y que a la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos.
00:03:57 - Para qué voy a salir si siempre es igual. Siempre es lo mismo.
00:04:14 - Para qué voy a dormir.
00:04:17 - Para qué voy a insistir en dormir. Si siempre es igual. Siempre es lo mismo.
00:04:48 - Y cuando salió la bocanada de humo, se difundió por el lugar el típico olor a té de los yokeis blancos.
00:04:54 - Quiso fumar. Dame una seca, reclamó a Rubione, que le acercó el cigarrillo a la cara. Él lo tomó del filtro y lo fue pitando mientras el otro averiguaba. Y la comida, ¡ay! Raciones. Esta noche comemos raciones frías. ¿Por qué frías? Para ahorrar carbón. Hoy no es tan frío. Cuando haga frío, se da caliente. Pero después de las comidas, igual, se reparte mate cocido, caliente.
00:05:22 - ¿Te gusta el mate? Sí, dijo Rubione. Y contó, ayer tomé café. ¿Café? ¿Dónde café? En la enfermería.
00:05:30 - Llevamos unos fríos y los doctores nos dieron un café. Y una copita de alcohol. ¿En cuál enfermería? En la del hospital del pueblo. ¿Muchos fríos? Llevamos como 50. Pero era ver más. Quedaron por ahí. ¿Y helados? Y sí, la mayoría helados. Y algunos eran fríos, decía
00:05:51 - Rubione y sacudía la cabeza trazando una rayita colorada con la brasa del choque. Habían apagado la linterna. Estaba negro el aire y cargado de olor a humo. Llamaban helados a los muertos. Al empezar las patrullas, los llevaban hasta la enfermería del hospital del pueblo. Después acostumbraron a dejarlos. Iban por las líneas, desarmados, llevando una bandera blanca con cruz roja, cargando fríos. Fríos en los que habían herido o fracturado un hueso y casi siempre se les congelaba una mano o un pie. A eso los llevaban a la enfermería. Y si había jeep y gente apta, los llevaban después a la enfermería de la pajarera, donde bajaban los aviones a buscar heridos y a traer refuerzos de gente, remedios y lujos para los oficiales. Para llegar hasta la pajarera había que cruzar el campo donde siempre pegaban los cohetes. Se veía desde lejos un avión solitario que parecía quedarse quieto en el aire. Después se lo veía girar y devolverse para el lado del norte. Y enseguida llegaban uno o dos cohetes que había disparado. Pegaban en el campo, echando humo. Hacían una pelota de fuego y después una explosión que trepidaba todo y el aire se enturbiaba con un ácido que ardía en la cara. ¿Quién iba a querer cruzar el campo para llevar heridos? La explosión repercute adentro, en los pulmones, en el vientre. Hasta pasado mucho tiempo sigue sintiéndose un dolor en los músculos que se torcieron adentro por el ruido, por la explosión.
00:07:25 - Cruzar el campo apiega miedo, porque sabe que allí pegarán los cohetes y se arrastran por el suelo, todo quemado, como buscando algo. Los que andan por ahí están siempre temiendo y se les notan los ojitos vigilando a los lados. Muchos se vuelven locos. Un cohete explotó un jeep. Cuentan que cada uno de esos cohetes británicos les cuesta a ellos 30 veces más caro que los mejores jeeps británicos. Y ya nadie quiere ir a la pajarera. Eso habló con Rubiola. Rubiola le decía igual. Nadie ya quería. Además, ahora te entieran con morteros. ¿Con morteros? ¿Desde dónde?
00:08:04 - Desde aquí arriba. Desde aquí nomás. Desde el cerro. Mejor, dijo él. Así termina alguna vez.
00:08:12 - No se va a terminar. Dice que están por llegar los rusos. ¿Rusos? Preguntó él. Rubiola le explicó.
00:08:19 - Sí, rusos. Dice que llegan portaaviones con paracaidistas. Son como 5.000 rusos que se les van a aparecer a los británicos por atrás. Ojalá, dijo él. Así termina alguna vez. ¿Qué pasó?
00:08:33 - Preguntaban gritos de la chimenea lateral. Nada, gritó él. Mientras Rubiola procuraba explicar a los otros que llegaban portaaviones rusos, le tapó la boca para que no siguiese hablando y lo ordenó.
00:08:45 - Callate. ¿Qué te pasa? Nada. No hables. ¿Por qué no puedo hablar? Porque no se habla de eso.
00:08:53 - De eso se habla después, cuando juntamos todo. A las nueve juntamos las noticias y las hablamos.
00:09:01 - ¿Qué? ¿Ustedes? ¿Quiénes son ustedes? Quería saber. ¿Los magos? ¿Los cuatro reyes? ¿Quiénes?
preguntaba extrañado. Nosotros. Los que mandan. Ya lo vas a ir entendiendo.00:09:15 - Comunicado a la operación 334B. Está en la placa. Seguimos ganando.
00:09:45 - No bombardeen Buenos Aires.
00:10:15 - No nos podemos defender. Los pibes de mi barrio se escondieron en los caños.
00:10:20 - Se espian al cielo. Usan cargos putos. Vamos escuchando a Clash.
00:10:32 - Estoy temiendo Rubio ahora. No sé a quién temeré después.
00:10:37 - Terror y desconfianza por los juegos, por las razas, por los cargas, por las falsas, por las alias, por las razias.
00:10:42 - Cuna de poder. Cuna de poder. Cuna de poder.
00:10:51 - Si quieres escuchar a la BBC, aunque quieras que lo hagamos de noche, y si quieres darle un beso alguna vez, es posible que me suba a tu coche.
00:11:03 - Pero no bombardeen Buenos Aires.
00:11:13 - No quiero el mundo que es insano. No tengo que perder la fe.
00:11:18 - Quiero treparte, pero no pasa nada. Ni siquiera puedo comer un bife y sentirme bien.
00:11:25 - Sentirme bien. Tengo hambre.
00:11:32 - Los juncas siguen avanzando. Los viejos siguen en TV.
00:11:37 - Los jefes de los chicos toman wifi con los retos, mientras los obreros hacen masaje en la plaza como a Gisabel.
00:11:52 - Si quieres escuchar a la BBC, aunque quieras que lo hagamos de noche, y si quieres darle un beso alguna vez, es posible que me suba a tu coche.
00:12:04 - Pero no bombardeen Barrio Norte.
00:12:17 - ¡Buenos Aires!
00:12:27 - ¡Buenos Aires!
00:12:35 - ¡Buenos Aires!
00:12:44 - ¡No bombardeen Buenos Aires!
00:12:53 - ¡No bombardeen Buenos Aires!
00:13:04 - ALGUNA VEZ DURANTE LA PRIMERA TEMPORADA DE MALDICIÓN ETERNA HEMOS HABLADO DE LOS MITOS
00:13:19 - FUNDANTES Y LA IMPORTANCIA QUE TIENEN PARA LAS PERSONAS Y LAS SOCIEDADES, SIEMPRE PENSAR
00:13:25 - QUE QUEREMOS DECIR CUANDO DECIDIMOS CONTAR ALGO Y NO OTRA COSA, O CUANDO AL CONTAR ALGO
00:13:31 - DECIDIMOS SOMETIR CIERTOS DETALLES, CONTAR NUESTRA SUJETIVIDAD, ESCRIBIR EN EL TIEMPO
00:13:38 - DE NUESTRO YO, NUESTRA VERDAD, EN JUNIO DE 1982 EL ESCRITOR RODOLFO FAUTWILL DECIDE
00:13:46 - ALIMENTAR UNO, EN EL TRAMO FINAL DE LA GUERRA DE BALBINAS DECIDE ENCERRARSE EN UNA HABITACIÓN
00:13:51 - FRENTE A SU MÁQUINA DE ESCRIBIR Y ESCRIBIR DE UN TIRÓN UNA NOVELA QUE TIENE COMO PROTAGONISTAS
00:13:56 - UN GRUPO DE ALGO MÁS DE 20 SOLDADOS CONSCRIPTOS QUE A LA BUENA DE DIOS DECIDEN SOBREVIVIR
00:14:02 - EN EL SUERO DE LAS ISLAS, SOBREVIVIR AL ENEMIGO EXTERIOR, A LOS INGLESES DE MIERDA, PERO TAMBIÉN
00:14:09 - AL FUEGO PROPIO A ESOS SUPERIORES QUE SON CAPACES DE CASTIGARLOS Y HASTA DE MATARLOS, POR ESO
00:14:16 - ES MÁS FÁCIL EL TRUEQUE NEGOCIAR CON LOS INGLESES, ESE GRUPO DE SOLDADOS CONSCRIPTOS
00:14:21 - SEGÚN NARRA EL BUENO DE RODOLFO, DECIDEN SOBREVIVIR A ESA GUERRA ABSURDA QUE NO TIENE
00:14:26 - OTRO DESTINO QUE UNA DERROTA SEGURA Y DE ESO PUEDEN DAR FE ELLOS Y POR ESO SE SORPRENDEN
00:14:32 - AL ENTERARSE DE LA EXISTENCIA DE UN RELATO TRIUNFAL, DECIDEN SOBREVIVIR ENTERRÁNDOSE
00:14:37 - EN UNA CUEVA DE DOBLE PROFUNDIDAD Y A LA QUE SE ACCEDE POR UN TOBOGÁN SEMIOCULTO EN EL
00:14:42 - EXTERIOR Y CON UNA PEQUEÑA CHIMENEA QUE PERMITE OXIGENARLO, UNO DE LOS CONSCRIptos dirá que viven como pichis, unos animales ciegos que viven bajo la tierra, a partir de la descripción no son topos o bien parecen estar hablando de mulitas, pero lo concreto es que deciden vivir como esos pichis debajo de la tierra, un espacio les sirve para estar, otro más abajo les sirve de depósito donde irán borrando las tradiciones que logran ganjar con los ingleses o las ovejas que logran robar para comer, en el medio de esa convivencia en la caverna donde eligen vivir otra realidad aparece el conflicto bélico, las necesidades, los bombardeos, las minas que hacen volar ovejas y soldados, los fusilamientos, los maltratos, los abusos de poder, las tradiciones, el mito de la caverna de platón al revés, en el mito la realidad oculta está en la superficie, lo que estamos impedidos de ver está afuera sobre la superficie, en los pichis ciegos de alguna manera lo que deseamos ver no está sobre la superficie, sino que se esconde debajo de la tierra y no es necesario verlo, podemos estar ciegos, al rededor de la escritura de los pichis ciegos hay mucha mitología dando vueltas que el propio Faulkner supo alimentar en vida, algunos hablan que la escribió de tirón en tres días, otro que la escribió luego más de un mes, en los dos casos es poco tiempo, él decide fechar la escritura de la novela entre el 11 de junio y el 17 de junio, en apenas 6 días de tiempo, en el medio de la escritura como visado era el 14 de junio, la bendición argentina en las islas, sean 3, 30 o los 6 que decide apuntar
00:16:28 - Faulkner, lo cierto es que decidió embarcarse en la escritura de la novela llenando su cuerpo de cocaína, entre 9 y 20 gramos racionalizados para que aguanten toda la escritura, racionalizados como los pichis ciegos suministran sus vidres para sobrevivir, Faulkner escribe los pichis ciegos en circunstancias que podríamos decir similares a las que Andrés Calamaro y Kuri Skornick deciden grabar el emblemático disco El Salmón, encerrado frente a su máquina de escribir administrando la cocaína que consiguió, Faulkner decide con su novela retratar un clima de época, en el fin primero no es la denuncia aunque la misma atraviesa el relato, no le interesa, si le interesa es ese eco de clima de época que lo rodea, ese clima que lleva muchos a vivir la guerra antes que los términos futbolísticos, estando la épica de la victoria, y acaso si no es victoria, como todos intuyen que será, que queda para esos conscriptos que fueron a poner el cuerpo y sus historias, que queda de ellos, que le daremos como sociedad,
00:17:33 - Faulkner escribe ciego, con los ojos ciegos bien abiertos, golpea la máquina de escribir con un pichis ciego, él también está encerrado, él también está tan ciego, que entonces así es capaz de narrar tanta locura.
00:18:03 - Elada tarde, aturde el silencio, si duda el mortero.
00:18:44 - Martín Raninqueo, La Plata 1962.
00:18:50 - Maldición eterna a quien escuche este programa, la literatura echa radio.
00:19:03 - Hola mis queridos amigos, bienvenidos a la segunda temporada de Maldición Eterna a quien escuche este programa, por dos uno radio, programa uno de la segunda temporada, o programa treinta y seis si decidimos que esto sea un único viaje, para aquellos que no nos conocen y nos están descubriendo, este que están escuchando es un programa de libros y de lecturas, y un programa en esta temporada sobre todo de historia, estamos felices de volver a encontrarnos con ustedes, y como punto de partida, detenemos un segundo la marcha para agradecerle a Marianella
00:19:33 - Tosetti y en ella a toda la gente de dos uno radio, por abrirnos las puertas y los micrófonos una vez más para hacer esto que tanto nos gusta, hablar de libros y de lecturas en radio.
00:19:46 - Como se habrán dado cuenta el tema del programa de esta noche es Malvinas, durante dos horas estaremos conmemorando, recordando y reconstruyendo buena parte de lo que sucedió hace ya casi 40 años, escucharemos canciones que servirán para contextualizar aquellos días, hablaremos con Jerónimo Guerrero y Raúl a partir del libro Tecnologías de Impunidad, libro que da cuenta de las torturas y castigos que recibieron los soldados conscriptos en las islas por parte de sus superiores, y al mismo tiempo de los mecanismos que las fuerzas armadas construyeron para silenciar ese asmaltrato. Tendremos en nuestra sección poetas invitados a voces de los combatientes, algunos de los audios fueron elaborados por el canal Encuentro, otros por Maldición Eterna, hablamos de Martín Bardinquedgas y de Gustavo Caso Rosendi, tendremos nuevas secciones como el libro de deportes, ahí tendremos reseñas y recomendaciones de libros deportivos a cargo del periodista Andrés López, también tendremos a Victorio
00:20:43 - Lagomarsino con la sección detrás de la foto, contando historias que se esconden detrás de un fotógrafo o una fotografía, tendremos esta noche un primera persona con un amigo de la casa, hablamos de Manuel Tau, hablando un poco de la construcción de la historia, y tendremos también, ya sobre el final de la noche, una charla con el escritor José
00:21:01 - Enrique, hablando de su novela El Hogar, ambientada en los años de la última dictadura, y flotando a lo largo de toda esa charla, cómo narrar esos años, y también otras cosas como narrar
00:21:12 - Maldición. Tengo que confesarles mis queridos amigos, que seguramente me estén olvidando de algo, por lo que los invito entonces a recorrer el programa junto conmigo.
00:21:21 - Maldición Eterna, parado a uno, temporada dos, Manilas, Rózumo Radio, bienvenidos a bordo.
00:21:51 - Algunas veces, yo quisiera perder, cierta sensibilidad, pero no puedo, no puedo, no puedo, la última pieza, yo la recordaré porque muchos olvidaron de allá, fantasmas y dudas en un lugar del sur.
00:22:49 - Hay fantasmas en el cielo, cartas a Londres o bombas a Londres.
00:23:00 - Cartas a Londres o bombas a Londres.
00:23:13 - Si estamos lejos o muy cerca, yo no lo sé.
00:23:26 - La solución debe ser la verdad, solo que nadie la puede encontrar.
00:23:39 - Latidos de muerte en un lugar del sur.
00:23:53 - Hay fantasmas en el cielo, cartas a Londres o bombas a Londres.
00:24:04 - Cartas a Londres o bombas a Londres.
00:24:34 - Sombra siniestra sobre un cielo azul, ruido de muerte sobre el mal del sur, nubes oscuras sobre el cielo azul, ruido de muerte y sobre el mal.
00:25:07 - Fantasmas y dudas en un lugar del sur.
00:25:16 - Hay fantasmas, listen to me now.
00:25:27 - Cartas a Londres o bombas a Londres.
00:25:50 - Cartas a Londres o bombas a Londres.
00:26:05 - Yo digo, tú dices, él dice, nosotros decimos, ustedes dicen, ellos dicen.
00:26:11 - En maldición eterna es tiempo de primera persona.
00:26:17 - En primera persona, tiempo de recuperar la voz y la sabiduría de Manuel Taub, un amigo de la casa.
00:26:47 - Las grandes leyendas heroicas y no con otra manera de ver el mundo.
00:26:52 - Y me parece que la historia en sí misma no existe, ¿no?
00:26:56 - O sea, decir pasado o decir olvido es lo mismo.
00:27:00 - Nosotros trazamos en esa línea de tiempo sucesos, así como a nivel subjetivo, como a nivel del Estado, ¿no?
00:27:07 - O de cualquier institución.
00:27:08 - Sucesos, recuerdos, memorias que de alguna manera dejan un rastro, una huella de que estuvimos en este tiempo, de que existimos, ¿no?
00:27:16 - Eso es mi historia.
00:27:17 - O sea, marcar un mito fundacional, tanto a nivel del Estado, decir la campaña del desierto, como decir mi nacimiento, mi cumpleaños de 13, digamos, el día que debuté, el día que fui a la cancha por primera vez, son mitos fundacionales de mi subjetividad.
00:27:35 - Ahora, son tan reales como la imaginación quiera hacerlos reales y nosotros le ponemos fuerza ahí de verdad.
00:27:42 - Entonces, también entender eso, ¿no?
00:27:44 - Que el límite no es solamente nuestro lenguaje sino nuestra imaginación y que más allá de esa imaginación está todo aquello que no podemos comprender y no nos alcanzan las palabras para traducir y por eso entiendo que la escritura es un suceso trágico, ¿no?
00:28:00 - Mucha angustia.
00:28:13 - Trocitos de una carta que mi padre me escribió en la guerra.
00:28:19 - No te olvides que sos mapuche y firmaba el indio mayor.
00:28:26 - El curruf de mi peñi silbando en la madera.
00:28:31 - Una medalla bendecida de mi compañera formada por jesuitas.
00:28:38 - Ella tiene la sangre ranquel.
00:28:42 - Astillas de pedernal.
00:28:45 - Tierra de las islas.
00:28:47 - Una bocanada de humo para que mi alma viaje.
00:28:52 - Y en tu cuenco guardo el tallel del pedernal y la flecha.
00:28:59 - Una cabra cielará tu vientre.
00:29:02 - Y cuando el trepucultrungue golpee tu parche, un trueno sonará en la tierra.
00:29:12 - Culchrung, culchrung, tensa tu cuero con el calor de Antun.
00:29:18 - Culchrung, culchrung, tensa tu cuero con el calor de Antun.
00:29:28 - Martín Raninqueo, La Plata, 1962.
00:29:37 - Maldición eterna a quien escuche este programa.
00:29:40 - La literatura echa radio.