Episodio : 31. Un nombramiento Departamental
00:00:00 - Un nombramiento departamental. En marzo 6 de 1962 fui nombrado por la gobernación como inspector de policía departamental de Cárdenas, Rosa Florida, recomendado por el doctor Ernesto de Cárdenas, de quien me hice a mí un día que fui a Rosaplorida, donde tenía la hacienda, le gustaba mucho la música, la asignación mensual era de 20 pesos y duré trabajando hasta el 12 de septiembre de 1962, que me elevaron por cambio de gobernador. De este sueldo me compré dos vestidos de paño, uno café y otro azul con zapatos y camisa, cuando estaba trabajando en Rosarlorida, fui invitado a unas primeras comuniones a la vereda del empate en casa de don Alberto Farinani, la gozamos desde el mediodía y a las 11 de la noche subimos a Rosarlorida a tres kilómetros y me quedé en casa de Josefín Erazo, quien me servió la cama y ella y la mamá y el hijo durmieron en el suelo.
00:01:31 - Como a las doce y cuarto de la noche salía a orinar antes de acostarme, estaba una noche muy clara y vi que en el fondo del corredor de la casa había un bulto sentado muy grande. De inmediato avicelo que sucedía, tal vez por los nervios y el bulto se levantó y de alto que era paso de las tejas, y se vino rápido a donde yo estaba. Yo del susto grité, virgen santísima a obrecerme, y confiendo impulso de la puerta me lanzé a la mitad el dormitorio cayendo encima de los que estaban acostados en el suelo. De inmediato los dos hombres que habían en casa del Miro y Santiago que dormían en la cocina salieron armados a buscar quién había por allí pero no encontraron a nadie. A la hora me desperté porque me había desmayado y José Pina estaba atendiéndome y cepillándome la espalda me preguntaba que qué me había pasado, yo le conté lo que sucedió, entonces ellos me dijeron que era un espanto o la bruja, este trauma me duró mucho tiempo, como a los tres meses estábamos en una fiesta al sur de la población de Berrejos, me sentí cansado como a las 11 de la noche, para la parte donde yo vivía solo había una persona, don peregrino delgado que en en paz descanse, le pregunto, usted ya se va a ir? Él me contesta que sí, entonces yo le contesté, vámonos, cuando íbamos cruzando en forma diagonal, la plaza y con la claridad de la luna comenzaron a oler todos los perros del pueblo.
00:03:27 - Don Peregrino me dice, esta noche está miedosa, estoy con miedo y escaloflido. Yo le contesté yo estoy las minas pero sigamos, cuando llegamos a la casa de don peregrino, yo le pedí el favor a don peregrino para que me acompañe hasta la casa, usted como tiene la pieza a la calle le quedamos para la vida fácil abrir y entrar, yo en cambio tengo que pasar la pieza de la calle totalmente a oscuras, porque no tengo por solo si luego pasar la puerta de atrás para coger la grada. Cuando yo cierre la puerta de atrás, usted me cierra la puerta. Cuando subí las gradas totalmente en oscuras, porque en ese tiempo no había luz, empecé a subir despacio las primeras gradas y con un escalofrío interior y la cabeza grande. Cuando iba en el descanso para subir la segunda grada, que era de de madera, sentí unos pasos bien fuertes como si subiera un caballo en las primeras gradas tratándome de atensar. Yo asustado, por lo que sucedía de dos saltos salí la segunda grada y abriendo la puerta en forma brusca que se golpearon sobre la pared desperté a mi mamá y entrando al dormitorio y calculando donde estaba la cama, me tiré en plancha y me quedé boca abajo esperando lo que sucediera. Mi mamá me pregunta, ¿qué te pasa que vas a quebrar las puertas? Yo asustado, no quería hablar.
00:05:11 - Cuando vi que mi mamá había prendido la vela, le contesté lo que sucedía. Mamá, lo que me pasa es que cuando subí en la grada empezaron a seguirme pisando muy fuerte las gradas como si las fuera a romper y por eso fue mi reacción tan violenta. Mi mamá encendió una vela bendita que tenía y bajó al primer piso y después de recorrerlo armada de un palo no encontró nada. Mamá me dijo que esto te sirva descarmiento para que si no llegues tan tarde a la casa.