Episodio : 162 C. Elecciones de octubre 27 de 1997.

00:00:00 - Por estos medios llegamos a saber que la sedición fraguada por el grupo de Lionel Rodríguez

00:00:20 - Martínez y sus seguidores no se detuvo en la pedrea de las casas que habitaban quienes habían votado por el candidato ganador. Se empezaban a escuchar disparos que no eran de las cinco agentes de la policía, que por cierto los tenían acorralados, sin servicio de energía e incomunicados. El incendio alcanzó impresionantes proporciones al punto de incinerar el juzgado, las oficinas de la omata y todas las demás oficinas de la alcaldía, amenazando con extenderse a las casas vecinas de Tapia y Madera que se ubicaban junto a estas oficinas y sus llamas fueron dominadas. Que noche tan triste y de terror sufrieron aquellos verrequeños presos del pánico donde su integridad, su vida se encontraban acechados, de una parte por la violencia de los ediciosos terroristas que lapidaban las fachadas de las casas desde la calle hacia sus interiores, desde los guardios de aquellas inseguras casas y por otro lado por el horror del fuego que se me destruyó dos grandes casas, sus vidas acruzadas también por la asfixia del humo.

00:01:42 - En peores circunstancias se encontraban las 50 personas que hasta las 6 de la tarde

00:01:48 - Nos encontramos atincherados en la sede política del candidato, ganador Francisco Urbano, hasta que la multitud violenta fue vencida por su propia borrachera, aprovechando este momento para oír y protegerse en el monte, por cualquier lugar del pueblo, es inseguro.

00:02:09 - Acorralados sin comer, apedeados, cortados los servicios, tras enterarse los ediciosos que el país conocía los disturbios a través del saludar que yo tenía, haciendo más gravosa la citación por impedir que telefónicamente nosotros pudiéramos pedir ayuda al ejército y a la policía. Entre estas 50 personas no se encontraba el candidato ganador, puesto que Francisco Urbano, amenazado por los llamas de la registraduría, huyó de las manos de los terroristas logrando esconderse en una casa vecina y salir en la oscuridad de la noche con un conocedor por un camino secreto. Resulta increíble entonces que los sediciosos con ferocidad y barbaria hayan seguido construyendo al pueblo y sobre todo a las 50 personas que llenos de terror permanecimos 12 horas de 6 de la tarde a del otro día, retenidos en la sede del candidato ganador Francisco Burbano y de su compañero de fórmula Julio Martínez Seraz. Yo he sido continuamente amenazado de muerte, de palabra y obra por haberme adherido políticamente a Francisco Burbano. Los votos de sus seguidores decidieron la contienda electoral.

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