Episode 22: De barbanegra y Sparrow al pirata publicitario.
Música: Camilo Monery
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Hola, mi nombre es Andrés Novoa y esto es KWX kuwoxati podcast.
Episodio No 22
De barbanegra y Sparrow al pirata publicitario
Hablemos de Contrapublicidad y brandalismo
Preludio
Las marcas y los anuncios publicitarios no son ajenos en nuestra vida. Hacen parte de nuestro cotidiano, están en nuestras casas, en las calles, en Internet y en cualquier práctica que desarrollemos y ritual de nuestra vida. El derecho a la comunicación y a la información se moviliza con marcas que nos venden escenarios soñados, realidades subjetivas y hasta personalidades. Las personas a su vez se apropian de las marcas para construir su identidad y pertenencia. Las estéticas se trasladan a los grupos y así se establece un reconocimiento social. Desde esta perspectiva la publicidad y las marcas son públicas, no pertenecen solo a una empresa registrada, sino a un sistema y a la gente que les da vida. Así, la publicidad es un fenómeno social y cultural de carácter público, y puede ser leída, interpretada e intervenida o transformada por otros. La apropiación de las marcas y los anuncios por parte de grupos contracultura, para transformar el mensaje haciendo denuncia, crítica o sátira de las situaciones que están en un contexto determinado, da el nacimiento a la piratería publicitaria, la contrapublicidad y el brandalismo que muestran a través de sus intervenciones no solo creatividad si no conocimiento de las problemáticas de algún lugar.
Puntos de fuga
La contrapublicidad y el brandalismo, no son nuevos. Muchos movimientos y personas han encontrado en la plataforma de la publicidad, un nuevo medio para generar contenidos distintos a lo que las marcas quieren comunicar. Y es que estamos tan acostumbrados a convivir con marcas, que a veces hasta pasan desapercibidos sus mensajes, ya hacen parte del paisaje y muchas veces evitamos su contacto. Ahora, podemos pagar por ver contenidos sin publicidad, hacer zapping evitándola, o esperando algunos segundos para saltar el anuncio y aun así, las marcas buscan nuevas maneras de aparecer con sus mensajes, de manera invasiva, egoísta, siendo inconsciente del irrespeto que pueden tener con cualquier persona. Y las agencias publicitarias y clientes están en la búsqueda de colonizar más espacios, apropiarse de más medios, más elementos de nuestra vida cotidiana para seguir enviando mensajes.
Por otro lado, se encuentra el derecho que todos tenemos a la información, informar y ser informado. Lamentablemente los medios son de grandes grupos empresariales y políticos y todo contenido tiende a tener un tinte específico, una editorial escondida, se comunica lo que conviene y no lo que pasa, siendo este uno de los mayores problemas en la actualidad en torno a la comunicación. La gente se siente cohibida ante la información presentada y no se cree en los medios. Los periodistas (no todos) se venden y dejan de informar, haciendo que los medios de comunicación, estén parcializados y no tengan un compromiso con la gente y su derecho a tener contenidos más cercanos a la realidad que viven.
Allí es donde surgen todos los grupos contracultura, tratando de revertir aquello que se institucionaliza y generaliza. Ellos buscan espacios para opinar, criticar, hacer denuncias públicas y también para generar espacios de convergencia cultural. Un ejemplo contracultural son los muros de las calles, que se vuelven un periódico de lo que pasa con la gente, las estéticas se instauran y se reconocen, hay una apropiación de los espacios que son parte de la ciudad. Otro caso específico ya tiene que ver con la contrapublicidad y el brandalismo. La publicidad es de todos, las personas reconocen las marcas, y saben en que medios están. Así, las personas y grupos dedicados a la piratería publicitaria como movimiento contracultura, comienzan a trasgredir anuncios publicitarios y marcas, manteniendo su estética y tono, para generar nuevos mensajes de denuncia que aparecen en los medios que tradicionalmente la publicidad utiliza para comunicarse. Por supuesto, las marcas y las agencias, no es que estén muy de acuerdo con estas prácticas, pero al ser la publicidad de carácter y dominio público, están expuestas a ser leídas, interpretadas, transformadas e intervenidas por otros.
Veámoslo en sentido contrario, la publicidad se apropia constantemente de palabras, se registran como marcas y pareciera que no se pudieran utilizar más, el lenguaje es un acuerdo social que se transforma constantemente, pero la publicidad lo hace propio y lo registra como propio. Por otro lado la construcción constante de subjetividades y la necesidad de que las personas incorporen las marcas a su vida cotidiana, esto hace que la gente se apropie de las marcas, de las estéticas y de los contenidos para construir su identidad y su pertenencia a grupos, un segundo nivel de apropiación. La marca de esta manera deja de ser un simple elemento del consumo y pasa a un escenario público de apropiación e incorporación por parte de las personas, quienes las moldean según sus necesidades, sin negar que pueden seguir evitando los anuncios de la misma. Entonces en este juego de apropiaciones, al ser público, la publicidad también es apropiada por los grupos contracultura encargados de modificar los anuncios y las marcas para generar denuncias, críticas, sátira y manifestaciones culturales, creando un universo simbólico distinto como recurso para comunicar cuando no se tiene acceso a una información clara de los hechos, ni a los medios que son oficiales, privados e institucionales.
Y en esa apropiación de la publicidad, hay de todo, hay artistas que intervenien los anuncios en las calles con latas de aerosoles, colocando nuevos mensajes o simplemente sus tags, jugando con el mensaje, con la marca, trasgrediendo lo que se quiere decir, y encontrando nuevas palabras y caminos creativos, están aquellos que se la juegan por transgredir en medio y el anuncio entero utilizando la misma estética utilizada por la marca, pero generando un nuevo mensaje, que puede ser de corte político, social, ambiental o cultural, haciendo que las personas de manera orgánica, asocien la marca aunque les diga un mensaje el anuncio totalmente distinto a los valores y mensajes que normalmente maneja. Y por supuesto, están los brándalos, artistas que juegan con el logo en si, capaces de cambiar las palabras para decir algo muy específico, está la realización de marcas pirata para la venta en mercados populares, fuma en vez de puma, Ardidas en vez de adidas, entre otras, y un fenómeno extraño que me he encontrado últimamente, desde la misma publicidad que intentan sacarle provecha a la contrapublicidad, un fenómeno que hemos llamado apropiación contracultural, es decir utilizar la contrapublicidad para hacer publicidad de las mismas marcas.
Hay muchos artistas en el mundo dedicados a la contrapublicidad y el brandalismo, un espacio que se abre como una estructura de comunicación totalmente válida que exige al mundo de la publicidad ser mucho más exigente con su disciplina, a los medios de comunicación que dejen de monopolizar la información y que realmente informen, y genera una crítica al sistema que quiere apropiarse de todos los conceptos, espacios y medios para simplemente generar una dinámica dedicada al consumo extremo.
La contrapublicidad y el brandalismo, son una respuesta a la falta de espacios de conversación, transformación, información y construcción colectiva. ¿Es bueno, es malo? yo creo que es una forma de comunicación ante la ausencia de espacios neutros y responsables con la información. Desde el punto de vista publicitario, hay que exigir mayor calidad en la comunicación a los clientes y las agencias, y hay que erradicar las malas prácticas del mundo publicitario tales como la explotación, el maltrato, el acoso laboral y sexual, etc., desde el punto de vista de las personas y grupos contrapublicitarios, mientras no tengan más espacios para la información seguirán allí. Yo disfruto mucho de estos movimientos, valoro su creatividad y admiro su capacidad de transformación del mensaje. Creo que es una respuesta a todo lo que está pasando y realmente está validado por la cultura y sus grupos representativos.
Les recomiendo algunos artistas de la contrapublicidad y el brandalismo, maniático.co, Frijolito, brandonraomirez_11, Ovnipresente, _garzez, el proyecto Squatters, y grupos como Brandalismocol, manglar blanco, contrapublicidades chile, contra.pub, entre otros muchos grupos y artistas dedicados a este oficio. En la publicación les dejo los links por si quieren visitarlos.
Reflexiones finales
La contrapublicidad y el brandalismo es una respuesta a la forma en que la comunicación está monopolizada por privados, políticos y poderosos. Como movimiento contracultura, han encontrado su espacio en la publicidad y son muy contextuales.
La publicidad debería aprender mucho de estos movimientos contrapublicitarios. Tienen contexto, investigación, creatividad, modulan las marcas y mantienen las estéticas. Las agencias y los clientes se quejan, pero no se dan cuenta del potencial de enseñanza que tienen estos artistas.
La contrapublicidad y el brandalismo, son una apropiación de la publicidad y moviliza contenidos como denuncia, crítica y sátira. Utiliza medios publicitarios, pero también encuentra en las redes una forma de sobrevivir. Son un meme en el sentido antropológico. Se apropiaron del espacio y de la institucionalidad de la publicidad convirtiéndola en propia.
En un universo simbólico como lo es el de la publicidad, a veces invasivo e irrespetuoso, la contrapublicidad surge como un dinamizador cultural de información y contenidos que son cercanos a la gente y al contexto en el que se desarrolla.
Un artista contrapublicitario debe estar informado. Tener la capacidad creativa para interpretar el contexto y trasgredir la publicidad. Al brándalo o contrapublicitario le sobra la calle que a la publicidad le falta.
Con esto acabamos este episodio de KWX Kuwoxati podcast, describiendo al pirata posmoderno que se apropia de la publicidad para comunicar. ¿Ha visto contrapublicidad? ¿sigue algún artista? Sígame en @camaleonenojado en Instagram, en @AndrésNovoa en Facebook, o escriba a través de la plataforma de podnation.co, o escríbame a [email protected] Nos encontramos pronto. Buena energía.