Episodio 2: CUENTOS TRADICIONALES MEXICANOS

00:00:00 - Por todos los beneficios que tiene el eruncuento, hoy le iremos uno popular que tiene muchas variantes en el mundo, pero que en México es protagonizado por un conejito y el dios Quexalcoat.

00:00:13 - El conejito de la Luna hace siglos quexalcoat, el dios grande y bueno, decidió viajar por todo el mundo transformado en una persona humana para evitarse reconocido.

00:00:25 - Caminó por montañas, bosques, conoció mares y ríos, y como no había parado en todo un día a la caída de la tarde decidió descansar ya que se sentía fatigado y con hambre, así que se sentó a la orilla del camino hasta que se hizo noche y las estrellas comenzaron a brillar. La luna anaranjada se asomó por la ventana de los cielos, estaba allí descansando y observando la belleza de la naturaleza cuando de repente vio un conejito a su lado mirándole y masticando algo que llevaba entre los dientes, ¿qué estás comiendo?

le preguntó, estoy comiendo sacate, ¿quieres un poco? gracias pero yo no como sacate, ¿qué vas a comer entonces? morirme tal vez de hambre y set si no encuentro nada que llevarme a la boca, el conejito no satisfecho ni de acuerdo con lo que acababa de escuchar se acercó a que exalcó a ti le dijo, mira

00:01:26 - Yo no soy más que un conejito pequeño, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.

00:01:32 - Entonces el dios conmovido, impresionado con toda la bandad del conejo, lo acarició y le dijo.

00:01:39 - Tus palabras me emocionan tanto, tanto que a partir de hoy tú no serás sólo un conejito más en la tierra, serás muy recordado y reconocido por todo el mundo y para siempre, porque te lo mereces por lo bueno y generoso que eres. Entonces el dios tomó al conejo en los brazos, lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, hasta que su figura quedó estampada en la superficie de la luna.

00:02:06 - Luego el dios lo bajó a la tierra y le dijo, ahí tienes tu retrato en la luz para que todos los hombres tengan siempre tu recuerdo. Y la promesa del dios se cumplió. Cuando miras a la luna llena en una noche, podrás ver la silueta del conejo que hace siglos ayudó al dios que exalcó hace.