Episodio 37: Filosofía: cinco minutos en dial 37
el fruto de este trabajo es escapar a la muerte y alcanzar la fuente de la vida, nada menos que tal recompensa ofreces al omón Imgavirol a quienes se dediquen a la filosofía en los parras finales de su obra titulada expresivamente Puente de Vida. Obra curiosa esta, tanto como su autor, un judío sanagozano que vivió en el siglo XI una vida corta y llena de sufrimientos físicos y espirituales. Escribió poesías bellísimas, renovando la lírica de su tiempo y que aportó a la mística de la cámara posterior no pocos de sus ideas. Admirado por todo esto entre los suyo, no se lo reconoció como filósofo. Y su fuente de vida, desconocido luego de haber sido criticado, pasó el patrimonio de la filosofía cristiana latina, donde tuvo innumerables adentros.
00:01:09 - Desautor solo se sabía que había escrito a lo obra en árabe y que se lo llamaba avisebrón.
00:01:15 - Hace apenas un siglo, la personalidad histórica de In Gaviró la ha sido completada al regituírsele ese patrimonio que es con mucho el más importante de su pensamiento. Fuente de vida, escrito en árabe por un judío y leído y adoptado por los cristianos, es un ejemplo único de universalismo filosófico. Por eso uno se pregunta qué tiene esta obra, qué encanto peculiar presenta para haber tenido tan singular historia. Por supuesto, las doctrinas concretas que sus tentas fueron prontamente criticadas, incluso en gran parte abandonadas ya en el siglo XIII y hoy, tal como están, no las defendería nadie. Sin embargo, la lectura de este libro sigue produciendo un auténtico placer intelectual. Es un libro que habla del mundo en términos de rigurosa filosofía griega neoplatónica, pero con una claridad ajena al alagorismo excesivo y a la oscura construcción verbal de los últimos griegos.
00:02:21 - Habla de Dios, pero no lo identifica con ninguno de los nombres divinos de las religiones positivas, ni adjudica frases de los libros santos de las religiones. Es un libro que habla del hombre a la vez universal y concreto y, sin embargo, no lo identifica con ningún pueblo o comunidad en desmegro de otras. Por eso puede ser leído por todos y todos pueden hallar en él algo que llevar a su propio costal. Tal vez sea este el secreto de su inexplicable encanto. Le dice a cada uno aquello que está preparado para entender. Filosofar no es en esa perspectiva aprender lo que otros dijeron y ni siquiera investigar un problema o cuestión parcelaria como hace la ciencia, sino retomar el camino que nos lleva a las fuentes. Cuando el discípulo pregunta a su maestro cómo realizar esa sublime esperanza prometida, él le contesta, es necesario que te apartes de las cosas sensibles esforzándote en las inteligibles y en alcanzar al dador del bien. Si tú haces esto, el posará su mirada sobre ti y te hará el bien, porque es la fuente de la bienaventuranza.
00:03:42 - Cualquiera de las grandes religiones monoteístas occidentales puede hacer suyo este parra, pero Inga Virul no está hablando como religioso sino como filósofo. La asesia filosófica exige apartarse del mundo cotidiano, porque solo poniéndolo en cuestión podremos librarnos de los preconceptos adquiridos y elevarnos a una auténtica comprensión de la realidad.
00:04:08 - Y solo desde esa comprensión es posible alcanzar a Dios, el absoluto, más allá e independientemente de tantos nombres propios que los hombres le han dado.
00:04:20 - Ese es el mensaje que cierra la obra y hable el camino al discípulo.
00:04:25 - Cuando este ha comenzado el camino, el maestro seguirá el suyo.
historia del fons vita, fuente de vida, es una alegoría del arduo proceso del filosofal y por eso, como lo prometió a los que sinceramente se acerquen a la filosofía, el mismo filosofía viva ha escapado a la muerte del olvido.