Episodio 16: Filosofía: cinco minutos en dial 16
el hombre prende una luz para sí mismo durante la noche cuando ha muerto pero todavía vive el soñador cuya visión ha sido suprimida ilumina desde la muerte el que está despierto ilumina desde el ensueño no en vano el autor de esta frase era clito de éfeso ha sido apodado el oscuro su pensamiento muy fragmentariamente conservado es un permanente enigma que todos los grandes filósofos han enfrentado y quienes se han hundido en las aguas de ese río que siempre fluye han encontrado renovada riqueza por eso se le tributan honores de gran filósofo por lo menos desde los tiempos platóneas y distóteles que siendo ambos tan iconoclastas cada uno a su modo en otros casos le rindieron sobrada pleitesía filosófica. Para el gran teórico del cambio del Panta Rey, todo fluye, la muerte, el sueño y la vigilia constituyen también una corriente atravesable en ambos sentidos. San Clemente de Alejandría, que en su sestrómata nos conserva este pasaje, lo relaciona con el tiempo nocturno, momento propicio para la concentración del alma en en sí misma. Quizá esa luz de la noche sea el en sueño, los sueños en los cuales vivimos otras vidas. Esos sueños se iluminan desde la muerte. Desde el estado vegetativo del dormir más profundo ascienden como luces los sueños o ensoñaciones. Y la vigilia se ilumina desde el en sueño porque cada día emergimos de la identidad soñada a la identidad pensada.
los mismos. ¿Cuál es el límite? Dos mil años y medio antes de Freud, en estas palabras, parece razonar el río de la vida psíquica, desde el inconsciente hasta la superconsciencia.00:02:10 - Acostumbrados de identificarnos con nuestra vida consciente, racional, vigilante, no se ha costado siglos y profusas disquisiciones teóricas aceptar lo que para un presocrático era quizá evidente que la identidad es un problema de límites con el mundo.
00:02:29 - Heracleto tuvo conciencia de la relatividad del límite, de todo límite, como lo atestigua otro pasaje conservado por Plutarco. Es siempre uno y lo mismo en nosotros, lo vivo y lo muerto, lo despierto y lo dormido, lo joven y lo anciano. Lo primero se transforma en lo segundo y lo segundo en lo primero. Hoy hablaríamos de simultaneidad de los contrarios, el estilo del jin y el yang de los chinos. El pasaje entre los términos es permanente irreversible. Solo podemos hablar de uno de ellos en sentido relativo y transitorio, deteniendo momentáneamente con el pensamiento, el logos, ese continuo fluir de lo real.
00:03:22 - Solo el pensamiento pone límites, señala, individualiza. El gran problema de identidad, aún no definitivamente resuelto, fue certamente indicado por nuestro oscuro défeso. La racionalidad, el logo que se enciende y se apaga según una eterna medida, permite deslendar porciones en el gran magma universal, hablar de una aquí y una allá, de esto y aquello, de lo grande y lo pequeño. Y este logo es quizá lo único que tenemos en común los hombres cuando estamos despiertos.
la vigilia es el estado de logos, de racionalidad activa, estado de comunidad, de mundo compartido.00:04:11 - Y así lo dijo Heráclito en un texto también copiado por Protarco.
00:04:17 - Hay un mundo uno y común para los que están despiertos, pero el que duerme se reduce a un mundo propio. El durmiente, como el loco, construye su propio mundo con reglas que solo valen para él, y en él vive en cierto modo como el despierto vive en el mundo común.
00:04:38 - Desde la más remota antigüedad ha sido una gran tentación reiterada la de atisbar al otro mundo, el de los sueños, de los irracionales, de las pulsiones inconscientes. Casi siempre ese mundo se escapa y se burla de la conciencia luminosa, justo cuando ella crea haberlo penetrado y comprendido. El ácrito lo advertía con el síminter de la luz, es inaprensible. El otro lado del espejo solo puede ser tenuamente iluminado desde profundidades más remotas y solo podemos activar el reflejo del reflejo.