Episodio 12: Filosofía_ cinco minutos en dial 13
00:00:00 - ¿Por qué hay ente y no más bien nada? Con este inquietante pregunta cierra Heidegger su libro que es metafísica, uno de los escritos suyos que más curiosidad y atención han despertado, es al mismo tiempo una cabada expresión de esa dirección filosófica denominada existencialismo, aunque al mismo Heidegger, iniciador de ella, el apelativo le disgustaba.
00:00:33 - En esta obra se plantea cuál es la peculiaridad de esa reflexión filosófica llamada metafísica y la obra se abre con la pregunta de su propio título. Para responderla, Heidegger no acuda definiciones ni otro tipo de consideraciones similares, como es usual en los manuales académicos, sino que elige una vía más comprometida. En lugar de decirnos que es la metafísica, se propone mostrarnos una cuestión metafísica como cómo se hace metafísica. Y esa cuestión, esa pregunta es la más amplia que el pensamiento puede formular, la que abarca todo. Todo lo que hay, todas las cosas tienen común que son entes que existen. Por tanto, la cuestión de lente es la máxima pregunta posible, la pregunta universal por lo que hay. La pregunta es entonces,
00:01:27 - ¿cómo puede el pensamiento captar la existencia? Porque el pensamiento es logos, razón, racionalidad y la existencia es fáctica y racional, opaca a logos. La pregunta misma es problemática, porque al preguntar por él todo quedamos envueltos en ella y porque como referente de una pregunta tan amplia que sólo tenemos dos conceptos igualmente absolutos, el ser y su negación, la nada.
00:01:55 - Heidegger ha tocado el punto límite de nuestra posibilidad de pensar. Solo podemos elucurar algo sobre la totalidad a partir de su negación, a partir de la nada, que sólo puede ser objeto de reflexión del metafísico, no del científico, porque la nada no es la negación de un ente concreto determinado, sino de lente como tal. Sin duda, esta densidad conceptual del existencialismo ha chocado a muchos filósofos, pensadores, simplemente personas cultas para quienes conforme una tradición secular, la metafísica debería decir más cosas, proporcionarnos más conocimientos. Pero viste la cuestión con esta implantable lógica, resulta que la metafísica coronación de la filosofía no nos dice gran cosa sobre el mundo porque la pregunta que le es propia la pregunta por la totalidad no tiene respuestas múltiples y parciades y si sólo podemos hablar de lente en relación a su negación ¿qué pasa con la nada?
00:02:58 - Pregunta que explícitamente se formula Huyger. Pero no puede contestarse a la pregunta que es la nada precisamente porque la nada no es. Nuestra proserividad de preguntar pues tiene límites precisos cuando nos referimos a esta totalidad. Esta pobreza final de la metafísica y con ella de la filosofía justifica abandonarla. Parece que tal abandono es posible y de hecho algunos sistemas teóricos como el científicismo lo han propunado. No se puede tratar la totalidad, sólo se puede tratar las porciones concretas de la realidad que son objeto de las diversas ciencias.
00:03:39 - Pero es también un hecho que los hombres pensantes caen repetidamente en esta tentación a unas aviendas como Heidegger de que no hay respuestas. Lo que hay, y no es poca cosa, es una disposición peculiar del espíritu, la disposición problemática que consiste en hacernos cargo de la dimensión apuretica, problemática de la realidad, que solo puede patentizarse tomándola como un todo. Esta inquietud metafísica expresa quizá una necesidad profunda del ser humano de fundamentarse y fundamental a la realidad a través de algún tipo de respuesta total. Por eso dice Heidegger, acertadamente a mi criterio, que la metafísica, ese modo peculiar de instalarse en el pensar, pertenece a la naturaleza del hombre. Y para empezar a ser metafísica, para empezar a filosofar, hay que ponerse en una disposición especial del espíritu, la de escuchar las preguntas fundamentales, aunque sospechemos que nunca podremos responderlas acabadamente.