Episodio 11: Filosofía: cinco minutos en dial 12
00:00:00 - No quiero decir fuera. Vuelve a ti mismo. En tu interior habita la verdad.
00:00:13 - San Agustín, en los primeros siglos del cristianismo y en las postrimerías del imperio romano, aconsejaba así a sus contemporáneos volcando en sus obras una larga experiencia vital que hoy resulta asombrosamente actual.
un hombre inquieto, apasionado, sensible, de una aguda inteligencia y una poderosa voluntad, transitó casi todos los caminos posibles, del paganismo al cristianismo, de la duda a la certeza, del libertinaje al aceptismo, del desconocimiento a la fama.00:00:52 - En mucho sentido, su largo peregrinar en este mundo se parece al de todos aquellos que sienten ese no haya reposo que él conoció tan bien hasta que dio con una clave salvadora su conversación y su entrega a la religión le dieron la paz necesaria para la expansión del pensamiento él lo dudó del especial gracia o favor divino que lo condujo a ese puerto y que su vida cotidiana tomó la forma de las almoniciones de su madre o el ejemplo de algunos santos varones y sin embargo él insistió en que la verdad, la clave está dentro de uno mismo, no fuera, aunque fuera hayan estado aquellas y muchas otras ocasiones y signos de convencimiento. La suya era, como la nuestra, una época de exterioridades. Hasta lo más profundo e íntimo, como el acercamiento a la divinidad, tomaba cuerpo a través de la prédica, forma primitiva de propaganda ideológica, de la lectura de libros edificantes, de los consejos, ejemplos y exhortaciones de los amigos y parientes, y en el mejor de los casos, a través de una intervención providencial.
00:02:05 - Dios.
00:02:07 - Siempre desde fuera, siempre desde el otro, aunque ese otro fuese el mismísimo Dios.
00:02:14 - Agustín se atrevió a expresar, enfrentando ese contexto tradicional, lo que fue, en definitiva, su mayor logro filosófico, el descubrimiento de la interioridad.
00:02:26 - En una medida no igualada hasta entonces, reivindica para la reflexión, para la conversión, en el sentido de volverse hacia así, un papel fundamental e insustituible en el camino hacia la verdad.
00:02:41 - Decir que la verdad no está fuera, sino en uno mismo, no es una manalidad ni una manifestación subjetivista vecina a Legolatria. Significa haber comprendido que sin el proceso de interiorización personal, ninguna verdad es verdad para mí. Ninguna respuesta es mi respuesta. Es haber comprendido que toda aceptación no interiorizada es una forma de autoengaño, una sugestión más o menos tranquilizadora, pero que nos fallará en los momentos críticos. Significa, en suma, haber reintegrado la responsabilidad personal al centro donde debe estar, la conciencia. Ella es irremplazable. Es el único anexo cierto que nos diga lo absoluto. La única boca de veras creíble para cada uno por la que le habla a Dios. Antes y después de San Agustín, muchos pensadores, filósofos, moralistas, hombres religiosos sin duda bien intencionados han tratado de llevar tranquilidad a las las almas angustiadas por esta gran tarea de volverse hacia sí mismas y han querido alirianar desde la carga ofreciendo apoyos y muletas de diversa especie. La casuística, los sistemas morales de base legalista con todas sus variantes, rigorismo, populismo, laxismo, etcétera, a pesar de todas sus diferencias coinciden en esta pretensión de ayudar a la conciencia desplazándola. Las
00:04:12 - Las ideologías comunitarias, los slogans y la propaganda cumplen hoy similar función.
00:04:18 - Nos dicen qué debemos hacer, cómo debemos pensar, qué cosas debemos poseer para ser felices y hasta qué debemos desear.
00:04:26 - Agustín había experimentado la fuerza de la exterioridad, pero también había experimentado la insafacción y la inquietud de un alma desentrada.
00:04:36 - Finalmente, al superar esa prueba y ofrecernos un consejo, lo menos exteriorizado posible, sólo a tina de sínonos, vuelve a tu interior.
00:04:47 - Allí está la verdad, tu verdad.