Julio  8, 2022

Episodio 36: REFLEXIONES SOBRE LA ENCÍCLICA DE BENEDICTO XVI "DEUS CARITAS EST"

Dios es caridad y la caridad es la propia entrega hacia el más necesitado. El estado no puede proveer de caridad al individuo porque no existe ningún poder estatal que, por muy justo, pueda hacer superficial el servicio del amor.
Roberto Andrade nos lo explica detalladamente
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Episode cover: REFLEXIONES SOBRE LA ENCÍCLICA DE BENEDICTO XVI "DEUS CARITAS EST"

00:00:00 - El día de hoy

00:00:26 - Hermanos, muy buenos días, el día de hoy vamos a tratar un tema muy importante sobre la encíclica de benedicto 16 deus caritas es, en esta primera encíclica del papa benedicto 16 que bajo el título deus caritas es expone el tema del amor cristiano abarcando una reflexión teológica filosófica así como la concretización del amor y la caridad en el mundo de hoy. Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

00:01:04 - Con esta cita bíblica de la primera epístola de San Juan Evangelista comienza la encíclica del Santo Padre, palabras que expresan el centro de la fe cristiana. La encíclica está articulada en dos grandes partes. La primera ofrece una reflexión teológica filosófica sobre el amor en sus diversas manifestaciones, concretamente Eros Philia Agape, y precisa algunos datos esenciales del amor de Dios por el hombre y de la unión intrínseca que tal amor tiene con el amor humano.

00:01:41 - El término Amor afirma el documento, una de las palabras más usadas y abusadas en el mundo de hoy posee un amplio campo semántico. En la multiplicidad de significados, sin embargo, emerge como arquetipo de amor por excelencia el amor entre el hombre y la mujer, que en la antigua

00:02:01 - Grecia era calificado con el nombre de Eros. Inoando con la explicación del término amor, el Santo Padre recuerda que en la Biblia y sobre todo en el Nuevo Testamento el concepto de amores profundizados, un desarrollo que se expresa en la misma al margen de la palabra

00:02:20 - Eros a favor del término Agape, para expresar así un amor oblativo. Saliéndolo en encuentro de posibles malinterpretaciones de tal desarrollo como lecturas negativas del Eros y la corporeidad, la encíclica destaca que el Eros, puesto en la naturaleza del hombre por el mismo creador necesita de disciplina, de purificación y de maduración para no perder su dignidad y no degradar a puro sexo convirtiéndose así en una mercadería.

00:02:56 - La fe cristiana continúa siempre ha considerado al hombre como ser en el cual el espíritu y la materia se encompenetra mutuamente obteniendo de esto una nueva noblesa. El defío de heleros puede decirse, superado sobre todo cuando en el hombre, cuerpo y alma se encuentran en perfecta armonía. Entonces el amor se convierte, sí, en éxtasis, pero no éxtasis en el sentido de un momento, de embriaguez siempremente, más como un éxodo permanente del yo cerrado en sí mismo hace su liberación en el donde sí, y justamente de este modo hace reencuentro de sí hacia el descubrimiento de Dios, en este modo el Eruz puede elevar al ser humano en éxtasis hacia el divino.

00:03:46 - Si adelante se lee, incluso si el Eruz inicialmente sobre todo deseo, en el acercarse después a la otra persona, se pondrá cada vez menos preguntas sobre sí, buscará cada vez más la felicidad del otro se donará y deseará ser parte, parte del otro, así se inserta en éste y se afirma el momento del ágapé. En Jesucristo, que es el amor encarnado de

00:04:15 - Dios, el heros ágapé, alcanza su forma más radical. En la muerte en la cruz, Jesús donándose para levantar y salvar al hombre, expresa el amor en la forma más sublime.

00:04:29 - En este acto de oferta, Jesús ha asegurado una presencia duradera a través de la institución de la Eucharistía, donde bajo las especies de pan y de vino se dona a sí mismo como nuevo humana que nos da y que nos une a él.

00:04:47 - Participando de la Eucharistía, también nosotros somos involucrados en la dinámica de su donación, nos unimos a él y al mismo tiempo nos unimos a todos los demás de los cuales el se dona, convirtiéndonos así todos en un solo cuerpo, de modo que amor por Dios y amor por el próximo son verdaderamente fusionados. El doble mandamiento gracias a este encuentro con el ágapé de Dios no es más solo una exigencia, el amor puede ser mandado porque antes ha sido donado.

00:05:24 - La segunda parte de este documento que trata sobre la práctica de la caridad, es un ejercicio concreto del mandamiento del amor hacia el prójimo.

00:05:35 - En esta parte se afirma que el amor al prójimo enraizado en el amor de Dios, además de ser una tarea de cada fiel, lo es también en la entera comunidad eclesial, que en su actividad caritativa debe reflejar el amor trinitario.

00:05:52 - La conciencia de tal tarea, continual en cíclica, ha tenido una relevancia constitutiva en la iglesia desde sus inicios. En la estructura fundamental de la iglesia surge la diaconía como servicio del amor hacia el prójimo, ejercitado comunitariamente y en modo ordenado.

00:06:14 - El papa denedicto 16, hace ver también como en el progresivo difundirse de la iglesia este ejercicio expresa así una triple tarea, anuncio de la palabra de Dios, celebración de los sacramentos y el servicio de la caridad, se trata de tareas que se presuponen mutuamente y que no pueden ser separadas una de otras.

00:06:41 - El Papa critica luego la visión utilitaria de la caridad, especialmente en el marxismo, al afirmar que desde el siglo XIX fue levantada una objeción fundamental contra la actividad caritativa de la iglesia.

00:06:55 - Esta estaría en contraposición, se ha dicho, que la justicia y terminaría por actuar como un sistema de conservación del estatucuó.

con el cumplimiento de obras de calidad, la iglesia favorecería, dicen, el mantenimiento del sistema injusto en actos haciéndolo algo soportable y frenando así la rebelión y el potencial cambio hacia un mundo mejor. En este sentido, el marzismo había indicado en la revolución mundial y en su preparación la panacea para la problemática social un sueño en el entretiempo se desvaneció.

00:07:35 - Recordando en esta línea el maquisterio de los pontífices, comenzando por la encíclica

00:07:41 - Renunovaron del León XIII hasta la trilogía de la encíclica social de Juan Pablo II, la encíclica afirma que ha afrontado con creciente insistencia a la cuestión social y en el confronto con situaciones problemáticas siempre nuevas ha desarrollado una doctrina social muy articulada que propone una orientación válida más allá de los confines de la iglesia.

00:08:10 - La creación de un justo orden de la sociedad y del estado continúa, esta área central de la política y por lo tanto no puede ser en cargo inmediato de la iglesia. La doctrina social católica no quiere dar a la iglesia un poder sobre el estado sino simplemente purificar e iluminar la razón, ofreciendo así la propia contribución a la formación de las conciencias para que las verdaderas exigencias de la justicia puedan ser percibidas, reconocidas y también realizadas. Sin embargo, no existe ningún orden estatal que por muy justo pueda ser superficial el servicio del amor. El estado que quiere proveer a todo se convierte en definitiva en una instancia burocrática, que no puede asegurar la contribución esencial que el hombre, sufriente necesita. La amoroso entrega personal, esto es lo que advierte el

00:09:08 - Papa Benedicto. La encíclica hace ver cómo un efecto colateral de la globalización, se manifiesta en el hecho que la solicitud por el prójimo, superando los confines de las comunidades nacionales, tiende a extender sus horizontes al mundo entero. Las estructuras del Estado y las asociaciones humanitarias secundan en varios modus, la solidaridad expresada por la sociedad civil, se han formado así múltiples organizaciones confines, caritativos y filantrópicos.

en la iglesia católica sigue el santo padre y en otras comunidades eclesiales han surgido nuevas formas de actividad caritativa, entre todas esas instancias es necesario que se establezca una colaboración fructífera, naturalmente es importante que la actividad caritativa de la iglesia no pierda la propia identidad disolviendose en el documento de una arroñación asistencial y convertirse en una simple variante, sino que mantenga todo el esplendor de la esencia de la caridad cristiana y eclesial.

00:10:22 - Para que la iglesia mantenga la esencia de la caridad cristiana, el Papa hace referencia a la necesidad de pasarse en la experiencia de un encuentro personal con Cristo, cuyo amor ha tocado el corazón del creyente, susitando en él el amor por el prójimo. Debe ser independiente de partidos e ideologías. El programa del cristiano es un corazón que ve. Este corazón ve donde hay necesidad de amor y actúa en modo consecuente. No debe ser medio en función de aquello que hoy es indicado como proselitismo. El amor es gratuito. No es ejercitado para alcanzar otros medios. Pero esto no significa que la acción caritativa deba por así decir dejar a Dios y a Cristo de lado, advierte el Pontifis, el cristiano sabe cuándo es tiempo de hablar de Dios y cuándo es justo callar y dejar hablar solamente al amor. El himno a la caridad de San Pablo debe ser la magna carta de todo el servicio

00:11:29 - Ecclesial, para protegerlo del riesgo de degradar en puro activismo, añade.

00:11:38 - Y el punto clave está aquí, en la oración, en la acción. Hacia el final de la encíclica el Santo Padre recuerda la importancia de la oración frente al circularismo que puede condicionar también a muchos cristianos comprometidos en el trabajo, en el trabajo caritativo es necesario reafirmar la importancia de la oración el contacto vivo con dios dice el papa evita que la experiencia de la desproporción de la necesidad y de los límites del propio actuar puedan por un lado llevar a la persona la ideología que pretende ahora aquello que dios por cuanto parece, no consigue, o por otro lado, ser tentación para ceder a la inercia y a la resignación. Quien reza no pierde su tiempo, incluso si la situación parece impulsar únicamente la acción, no pretende cambiar o corregir los planes de Dios, sino que busca, bajo el ejemplo de

00:12:44 - María y los santos de buscar en Dios la luz y la fuerza del amor que vence toda oscuridad y sobre todo el egoísmo que está presente en el mundo.

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