Episodio 2: El engaño de los sacrificios - Primera afrenta de Zeus

00:00:00 - Prometeo y Pandora. Segunda parte, el engaño de los sacrificios. Primera afrenta a Zeus.

00:00:07 - En los primeros años del ser humano en la Tierra, la vida era muy sencilla. No existían enfermedades ni desastres naturales. La Tierra daba frutos en abundancia sin necesidad de labrarla.

00:00:19 - Ante tanta riqueza y felicidad, los dioses del Olimpo comenzaron a mirar a los mortales con Reselo, dado que dominaban el planeta sin preocupaciones. Los dioses olímpicos exigieron entonces que los humanos construyes en templos donde adorarlos y donde llevarles ofrendas varias. También deberían realizar sacrificios de animales en su honor. Pero ¿qué parte del animal sacrificado debería ser ofrecida a la divinidad y qué parte quedaría para los mortales? En ese asunto intervino prometeo. O Zeus, permíteme sacrificar un buen.

y decides qué parte de los restos debería ser ofrecida a los dioses. Se os dudó porque

00:00:58 - Prometheo era muy astuto y amaba demasiado a los humanos, pero finalmente aceptó. Prometheo de inmediato hizo matar y descuertizara un buey a los mortales y dispuso dos montones con los diferentes restos del animal. En el primero de ellos colocó la sabrosa carne pero escondía bajo el estomado del buey, su parte más repugnante. En el otro montón depositó los pocos valiosos huesos, aunque escondidos bajo una capa brillante y gruesa de grasa.

00:01:24 - Prometeo presentó luego las dos pilas.

00:01:26 - «Dioses del olimpo», exclamó.

00:01:28 - «¿Cuál de estos dos montones de carne de huey deberían ofrecer los mortales?»

00:01:35 - Ese de ahí, cubierto de grasa, exclamó la mayoría.

00:01:38 - Hay quienes dicen que Zeus era consciente del engaño, pero prefirió seguirles la corriente.

00:01:43 - Aprometeo porque quería tener motivos para castigarlo a él y también a los humanos.

00:01:47 - Elegimos el montón más brilloso", dijo Serio.

00:01:51 - Retirada a la grasa, los dioses divisaron los huesos y se descubrió el ardeel.

00:01:55 - La decisión de Zeus no tenía vuelta atrás.

00:01:58 - De esa manera, los seres humanos, amados por prometeo, podrían alimentarse de la carne y los animales sacrificados y sólo los inservibles huesos serían quemados en honor de los dioses.