Abril  1, 2021

Episodio 1: la pequeña vela

una vela que quería dar luz, pero eso implica un sacrificio
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Episode cover: la pequeña vela

00:00:00 - La pequeña vela, érase una vez una pequeña vela que vivía su infancia muy feliz hasta que cierto día le entró la curiosidad en saber para qué servía ese elito pequeño y finito que sobresalía de su cabeza. Una vela vieja le dijo que era su cabo y que servía para ser encendida. ¿Ser encendida? ¿Qué significaría eso? La vela vieja también les dijo que era mejor que nunca lo supiese porque era algo muy doloroso. Nuestra pequeña vela, aunque no entendía de qué se trataba y aunque le habían advertido que era algo muy doloroso, comenzó a soñar y soñar con ser encendida, pronto este sueño se convirtió en una obsesión, hasta que por fin un día, la luz verdadera que ilumina a todo hombre, llegó con su presencia contagiosa y la iluminó, la encendió, nuestra vela se sentía feliz por haber recibido la luz que vence a la tiniebla y le da seguridad a los corazones.

00:01:24 - Muy pronto se dio cuenta de que haber recibido la luz constituía no solo una alegría sino también una fuerza y una fuerte exigencia.

00:01:36 - Sí, tomó conciencia de que para que la luz perturara en ella tenía que alimentarse desde el interior. A través de un diario de retir, de una permanente consumirse, entonces su alegría cobró una dimensión más profunda, pues entendía que su misión era consumirse al servicio de la luz y aceptó con fuerte conciencia su nueva vocación.

00:02:01 - A veces pensaba, ¿habiese sido mejor, más cómodo, no haber recibido la luz? Pues en vez de un diario derretirse, su vida hubiese sido un estar ahí. Tranquilidad.

00:02:21 - Hasta tuvo la tentación de no alimentar más la llama, de dejarse morir, de dejar morir a luz para no sentirse tan molesta. También se dio cuenta de que el mundo existen muchas corrientes de aire que buscan apagar la luz y que la exigencia que había aceptado de alimentar la luz desde el interior se unía a la llamada fuerte a defender la defensa, la luz de ciertas corrientes de aire que circulan por el mundo. Más aún, su luz le permitía mirar más fácilmente a su alrededor y alcanzar a darse cuenta de que existen muchas velas apagadas, unas porque nunca habían sido o tenido la oportunidad de recibir a luz, otras por miedo a derretirse y bueno las demás porque no pudieron defenderse de alguna corriente de aire y se preguntó muy preocupada. Podré yo encender otras velas y pensó, descubrió su vocación de apóstol de la luz entonces se decidió encender la luz de todas las de todas las características de tamaño de edad para que hubiese mucha luz en el mundo. Cada día crecía su alegría y su esperanza porque en sus vea ya lo consumir encontraba velas por todas partes, velas viejas, velas jóvenes, velas hombres, velas mujeres, velas recienas hidas y todas bien encendidas. Cuando presentía que se acababa el final porque se había consumido totalmente al servicio de la luz, identificándose con ella dijo con voz muy fuerte y profunda expresión de satisfacción en su rostro.

00:04:27 - Cristo está vivo. Cristo vive en mí. La reflexión, la pequeña vela.

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