Episodio : 155. Problemas con Cartago.

00:00:00 - Problemas con Cartago. Todas estas importantes obras llenaron de envidia al sector norte del municipio Cartago. Ellos creían que yo como alcaldes tenía piezas llenas de plata y que estaba ayudando a la gente que me había ayudado en la campaña dejando a cartagos sin nada.

00:00:35 - Llegaban a Berué con los sábados o domingos, dos o tres carrados llenos de gente totalmente drogada, embriagada y amanecida, y entrando al cast urbano empezaban a formar el desorden insultando desde el alcalde, el padre y el resto de los habitantes y dejando destrozado el pueblo y sus bienes y en su tranquilidad.

00:01:00 - Yo vibraba como un ladrón que me estaba robando la plata del municipio con el Padre Felipe y el Padre Incapié.

00:01:09 - Traían una pancarta grande donde estaba la figura de una rata y apié un letero que decía este es el acalde y el pad, la policía que eran cuatro que daban impotentes ante tanto desorden que se extendía por más de 4 o 5 horas.

00:01:27 - Ante tanta confusión y alteración del orden, disturbios que alteran la tranquilidad pública, se acreció el rubro de orden público y pedía ayuda al distrito de la Policía de la Unión para que me enviaran 60 policías y el municipio se hacía cargo de la alimentación y la gasolina para los carros.

00:01:50 - La ayuda tenía que ser inmediata.

00:01:53 - Cada 15 días se comentaban estos desórdenes, pero el comandante del Distrito de la Unión apenas los necesitaba, me enviaba la policía necesaria y se dispersaba el desorden con varios detenidos que eran llevados a los calabozos de la Unión.

00:02:10 - Pasaron los meses y el presupuesto del orden público se estaba acabando y no había la forma para llamar a la policía de la unión, ya no había como financiar los gastos.

00:02:23 - Un día, se me acerca a mi oficina, donde Ustofio Argotin y Don Pedro Serón que en paz descanse y me pidieron les facilitar a unas tres canecas de gasolino, que ya me la volvíen, inocente de lo que podía pasar yo les dije que sí, que con mucho gusto.

00:02:44 - Un día anunciaron que ventrían de cartago cuatro carrados de gente totalmente borracha para seguir molestando y llenar del terror al pueblo de Berué.

00:02:55 - Yo empecé a sufrir porque no había la forma para llamar la policía por los gastos de comida y combustible.

00:03:02 - Don Eustorio y Don Pedro, personas de fama por su decisión en el municipio y que cumplían lo que se proponían, me dicen, Don Julio, déjelo de nuestra cuenta.

00:03:13 - La policía, lo que origina es gastos y solo viene en esa comer y dormir.

00:03:19 - Nosotros vamos a arreglar esto, don Julio, y verá que no les va a quedar más ganas de volver.

00:03:26 - Cuando llegó el primer carro escalera lleno de borrachios y gritando e insultando a la gente, se cuadró el carro de don Genaro a dos cuadras de la entrada del pueblo, frente a la casa de don Antonio Córdoba Olaños, donde Eustorgio había tenido gasolina en dos baldes tapados con una estopa y antes de que se bajen echó sorpresivamente el primer balde de gasolina desde el chofer hasta la tercera banca y luego el otro desde la cuarta banca a la última, tragando gasolina a todos los que estaban vociferando

00:04:06 - Y en cuestión de segundo le dice al conductor con voz enérica y resuelta, y con una mirada de León, si usted con el carro y los pasajeros en dos segundos no se retira, ya tengo listo los vosotros para acabar con todos ustedes.

00:04:23 - Ah, ustedes han asustado al pueblo, yo no los voy a asustar, sino que voy a acabar con todos ustedes y prende el vosotros.

00:04:33 - El conductor Don Genaro asustado apague el bosque que Don Estorje había encendido y los mismos pasajeros mojados con gasolina se les quitó la rasca viendo tan decididos le dicen a Don Estorje, una persona muy conocida en el municipio por su decisión y toraje tenía muchos muertos, le dicen con una voz angustiante y suplicante

00:04:57 - No nos vaya a quemar el carro, ya nosotros, dijeron los pasajeros, nosotros nos retiramos ya, y empezó a echar reversa mientras tanto don Pedro venía con dos canecas en una carreta y gritaba, aquí hay más para acabar con todos esos rebontosos HP.

00:05:15 - Fue tanto el susto de esta gente que los tres carros que venían atrás tuvieron que volverse desde la piedra del sol, y ya no les quedó más ganas de molestar, fue santo remédio. Al día siguiente la gente y la policía felicitaba a estos señores por su decisión y coraje y que gracias a Dios no pasó nada. La finalidad era aburrirme para que renuncie, aliados con los de la concentración y su gente seguidora, que cada día me hacían la vida imposible, me hacían llegar por debajo de la puerta unas pasquines con membre de las par, dándome el término de 8 días para que renuncie y salga del pueblo, si no sería un afertivo militar. En el pueblo tenía convencida mucha gente, pero en el campo no pudieron por las obras que hice. En el pueblo tenía muy pocos amigos, pero sí en el campo, porque mis contrarios trataban siempre de tenerme en tranquilo. Cuando cuando nos llamaban a reunión a la gobernación o a institutos descentralizados, se presentaban reclamos y protestas contra mi acardía, y yo tenía que desmentir, esto era muy motivicano.

00:06:28 - El desplazamiento de esta gente originaban gastos de transporte de aguaciente para engotecer a los a la gente de Cartago, con el tiempo descubrí que habían sido patrocinados por unos comerciantes de cartago muy ricos y que tienen sus negocios en la unión y por unos parlamentarios como el médico Sarama de la Unión.

00:06:50 - Para evitar estos desóvenes le pedí al doctor Guyana, director del Plan Nacional de Rehabilitación que se haga una reunión del plan en cartago y lo aprobaron para el mes siguiente.

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