Episodio : 140B. Inauguración de la Electrificación, Salado y La Laguna.
00:00:00 - Ya en Cartago llegamos donde don José Cualtán y al verme don José me dice en voz baja don Julio, pero como me va a traer esa gente que son tan jodidos y lo que piden no pagan son personas muy peligrosas, esa gente tiene mucha fama de rugos y torpes y ni siquiera respetan a la policía, el que se niega se constituye en enemigo y se, y me pueden destrozar la cantina, yo le contesté, don José, yo no los he traído, me traen es ellos, de modo que aquí están los dos jefes charle con ellos, tomó la palabra uno de los más braveros y le dijeron, señor Cuantán, aquí lo hemos invitado a don Julio, todos los de la vereda del salar y la laguna. Hoy hemos inaugurado la identificación de estas dos veredas, traemos aguardiente en cajas, no le vamos a comprar nada, solo queremos es que nos dé permiso y si no quiere pues va a tener que entenderse con toda nuestra gente que ya viene y creo que usted no va a poder con todos nosotros y de pronto su establecimiento puede sufrir algunos daños.
00:01:30 - Después, con tona amenazante, le dice, si o no, quiere ser nuestro amigo o enemigo.
00:01:38 - Mucha gente de aquí de Cartago quiso quemar el carro de un Julio y nosotros no pudimos festejar la inauguración de la luz en nuestras veredas, sino que tuvimos que aceptar el reto y venidnos para acá.
00:01:52 - Don José Cuartán encontró desmiedo y en forma involuntaria, aceptó públicamente que por ser que era para atender a Don Julio Martínez lo hacía, y si no hubiera pedido recuerzo a la unión para que lo hagan respetar.
00:02:07 - Le cargaron tanto aguardiente a Don José que después él mismo llamó a un hijo para que se encargue de la música y seguir disfrutando de la fiesta.
00:02:18 - Cada dos horas salían a echar piedra a las puertas de las casas donde vivían los que querían quemar el carro con vivas a Julio Martínez, nuestro próximo alcalde.
00:02:29 - Al día siguiente, la fiesta seguía después de que había dormido dos horas, de dos a cuatro de la tarde.
00:02:37 - En un asiento y me despedí de ellos y salía las cuatro y media de la tarde.
00:02:43 - El carro, a pesar de haber amanecido en la calle, no le pasó nada.
00:02:48 - Lo habían vigilado bien y por el miedo a la gente del salado, nadie salía de las casas.
00:02:55 - Las puertas de las casas de Cartago estaban totalmente cerradas hasta los graneros y no había nadie en la calle por el de error y escándalo que hacían los del salado y bien borrachos.
en todo lo desafiante y con palabras muy vulgares, por estar muy burracios, más su fama de agresivos y rudos decididos.00:03:17 - Al despedirme, me gritaban todos, gracias, que todos iban a ayudarme a la alcaldía y que tenían que venir para la inauguración de la carretera, que quedaba pendiente la escuela para cuando sea alcalde, y todos los vamos a ayudar a usted, y usted será primera calle popular del municipio de Alcoleda de Ruecos. Muchas gracias.
