Febrero  9, 2021 | Temporada #5

Episodio : 118. Un juez que me quería aburrir.

Se narra la anécdota de un Juez, que no quería realizar sus funciones y su falta de diligencia, para realizar sus funciones.
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00:00:00 - Un juez que me quería aburrir. Había un juez provisco municipal de nombre Silvio

00:00:20 - Portilla, no éramos amigos y parece que llegó con una consigna de hacerme la guerra fría, era de la política de Rogerio Bolaños, contraria a la mía. Un día tuve que ausentarme por espacio de cuatro días para asistir a un curso a pasto.

00:00:40 - Cuando llegué en la semana siguiente encontré en la mesa, escritorio, totalmente llena de todos los expedientes y sumarios, con una altura de 80 centímetros por uno ochenta del arco, que llevaban en excursgado municipal de Berrecos con un autorremisorio que todo expediente o sumario debe ser iniciado y deligenciado por la alcaldía municipal. Con esto el juez secretario y escribiente quedaron sin trabajo y nos amontonó a la alcaldía todo y por otra parte tratándome de aburrir para que renuncie. El juez tenía un sueldo nacional, escribiente y portero. De inmediato llamé a Bogotá al doctor juvenal informándole lo que me pasaba y para que hable con el Ministerio de Justicia que después me había amontonado todos los expedientes y sumarios en alcaldía y que él estaba cruzado de brazos porque no tenía nada que hacer. El doctor juvenal me dijo, ahora mismo voy para allá. Pido que se haga justicia y que me den el artículo de ley o disposición legal para que usted haga lo mismo para retornarse al día siguiente me llegó el telegrama del doctor Juvenal informándome que lo que el jueza había hecho era una ley antigua y que estaba derogada y me enviaba otra disposición por la cual encargaban totalmente del todo esto a los jueces municipales y las las alcaldías se quedaban con las querellas menores y contravenciones que las harán la opresión de policía. De inmediato me puse a trabajar con el secretario escribiente y inspector de policía y secretario para que en cada asunto o sumario hagan lo mismo anotando que por disposición de la nueva ley todo expediente o sumario es de la competencia del Cuscado Municipal, por consiguiente retornamos nuevamente los expedientes a su sitio de origen. Para hacer todo esto trabajamos día y noche, hasta las once, hasta las once, se gastó cuatro días en deligenciar todos los expedientes. El juez salía los viernes tarde a pasto y llegaba a los martes y aprovechamos esta ausencia el día lunes para entregar al secretario del juzgado mediante una relación bien detallada haciendo una copia perfiel a la revisión que el juez nos había hecho de todos los expedientes y sumarios que me habían enviado. Cuando llegó a trabajar después el día martes se encontró con el el escritorio y el suelo lleno de expedientes quitó la nueva argumentación del Ministerio de Justicia, ya no dijo nada, solo nos viraba de reovo y acomplicado por no haber logrado su objetivo, aburrirme y que renuncie. En vista de todo esto se las piso de hace de amigo, y un día cuando nos encontrabamos tomando unos tragos en casa de los machinillanos rojas y en compañía de Estorcio, Pedro Serón, Agustín Paz, Laureano Horazo, Apellidado el

00:04:05 - Mocho, Sirvio Bolaños, Alfonso Botín y otros. El juez vino como unas ocho veces a imitarnos a su casa, que era vecina, para que participemos de una fiesta que había hecho. Estas imitaciones fueron cada hora como desde las dos de la tarde a las ocho de la noche.

00:04:24 - Viendo tanta exigencia, Laureano Erazo me dijo, voy yo mismo a enterarme de lo que está pasando.

00:04:33 - Cuando Laureano, una persona muy astuta, retirado de la guerrilla, volvió después de una media hora y dijo, ahora me doy cuenta de tanta insistencia después.

00:04:44 - Está visto de que es un traicionero.

00:04:47 - Allá están bailando toda la rallada después.

00:04:51 - Están bien borrachos y son todos los enemigos suyos o culos.

00:04:55 - Que fue lo que quiere es que lo golpeen a usted.

00:04:58 - Nosotros tenemos que ir donde pues, pero tenemos que hacer un buen plan estratégico.

00:05:04 - Toma la palabra a la Adriano y dice, el tocadisco está cerca de la puerta.

00:05:08 - Usted se convertirá en la carnaz.

00:05:11 - Llega y se sienta sin saludar a nadie, al lado izquierdo del tocadisco.

00:05:16 - Si alguno le dice algo, cuando estén bailando usted levanta el brazo del tocadisco y de inmediato actúa dándole un golpe certero en el mentón y que caiga en la puerta, nosotros nos encargamos de lo que sigue.

00:05:30 - Esto lo hice al pie de la letra y cuando lo lancé a la puerta con el golpe que le di al que me quería intimidar ellos lo entraron hasta la mitad de la pieza con un empujón que se cuelde nariz, cuando se dieron cuenta los que estaban allí, que los que entraban eran los más respetados del pueblo, salieron despavoridos y dejaron solo al juez y la señora que temblaba de miedo. La oréano, guiapodo, en mocho y desertada de la guerrilla, don Pedro

00:06:01 - Cerón, estorgio, agustín, Alfonso Bortine y los demás, dijeron, señor juez ante tanta exigencia, aquí estamos. No vemos aquí a Guardiente, mande a traer siquiera unas cinco botellas que nosotros encargamos del resto y usted señora vaya a hacerlos un café bien mancado con un cuenfan y queso. El cuestro de Malagana mandó al traer un agujero a que la Guardiente y la señora tuvo que ir a hacer el café, eran las 9 de la noche. Y estuvimos allí hasta el otro día a las 4 de la tarde, con esto no volverá a invitarnos más.

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