Febrero  1, 2021 | Temporada #1

Episodio : 03. Diario Vivir

Aquí se describe como eran las jornadas de clase y de un fin de semana de los niños de la Familia, en donde se destaca el mayor aprovechamiento del día en tareas del hogar y del estudio. El tiempo de ocio era mínimo, para los niños de esa época.
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00:00:00 - En 1948 tenía ocho años y juntos con mis hermanos nos tocó asistir a la escuela.

de escuela entrábamos a las siete de la mañana, pero antes íbamos a la misa que empezaba a las cuatro de la mañana y salíamos a las cinco y medio, todavía estaba queriendo aclarar.

00:00:45 - Luego tomábamos el café porque a las seis ya estaba el café y nos alistábamos para irnos a la escuela. A las siete entrábamos a la escuela hasta las nueve que salíamos a tomar el café de medias nueve. Como mi abuelo era ganadero, nos daba todo lo que quería y tenía dos criados en la casa. Cuando íbamos a tomar el café de nueve, había dos asalores en brasa con carnes del tamaño de un discolón play y eso nos daban a cada uno con el café fuera de tomar con el pan que queríamos porque mi mamá lo hacía y luego nosotros hacíamos la carne pedacitos y nos echábamos al bolsillo y comíamos todo, creo que duraba hasta las diez de la mañana. Entravamos nuevamente a clase y como era un solo profesor que dictaba los cinco cursos en un salón enorme, entonces le daba clase al primer grupo, le dejaba tareas y seguía al segundo grupo hasta llegar al quinto. Nosotros hacíamos la tarea y seguíamos comiendo carne y cuando salíamos al mozar a las 11 encontrábamos que nos daban el almuerzo pero era que cogían a dos manos la carne para echarle en la taza, o sea que se comía demasiado carne, pero por eso teníamos la constitución tan fuerte. Luego los hábalos como para descansar, mi papá tenía compromisos de ir a dejar carga a la unión y traer también de la unión a bes huecos de toda la gente que se dedicaba al negocio, entonces nos íbamos a las 3 de la mañana a la unión que más o menos son 20 kilómetros de distancia en unos caminos francamente horribles, pero por el traginar uno casi se los conocía de memoria, andábamos en pie limpio, en cabeza y le decíamos a mi abuelo para que nos mande si nosotros no somos capaces de hacernos un mundo city. Ese es cierto, decía, pero ustedes pueden ayudar a riar los animales porque eran 10 animales que llevábamos para llevar y traer las cargas. Llegábamos a la unión más o menos como a las 7 de la mañana y y luego descargábamos en las partes que teníamos que entregar la carga y volvíamos a cargar para regresar a Berruecos y hasta las 11 y pico ya estábamos en Berruecos.

00:03:39 - Luego se iban a dejar los caballos y al que le tocaba apartar por la tarde así este cansado tenía que cumplir con ir apartar los perneros era una vida muy exigida y todo, pero nos daban de comer muy bien, la comida era buena.

00:03:58 - Me había olvidado de informar que el profesor iba todos los días a la misa, que era las cuatro a la mañana.

00:04:06 - Al salir se ponía en la puerta y nos daban una nota de cinco puntos a cada uno que habíamos ido a la misa.

00:04:16 - Y al fin del mes al que no había faltado a la misa, le daban un bono de 50 puntos, le daban a uno ese bono por estar limpios, por ser bien educados, por todo le daban, o sea que a la vez que lo regañaban, lo valoraban también.

00:04:37 - Y entonces, al fin del mes, le lo calificaban, quedaban en el cuadro de honor, le hacían una alabanza en lo que más se distinguió en el mes,

00:04:48 - Y entonces, a uno lo acostumbraban a estar limpio, a todo, a bañarse y todo, y uno se sentía bien, porque no había perdido una nota y logró todo lo que quería uno ser en la escuela.

00:05:18 - Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

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