Junio  27, 2021

Episodio 1: La araña no tenía patas

Cuento policial breve del escritor Malagueño Emilio Calle.
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00:00:00 - La araña no tenía patas. El edificio Natokami era tan alto que parecía construido con la ambición de mirar frente a frente a la luna. Me demoré unos instantes en contemplar su gigantesca fachada de cristal y sentí por un momento un mareo anticipador del vértigo que previsiblemente me invadiría. Entré en el inmaculado edificio y me recibió un corpulento y musculoso vigilante que me informó que el inspector y los demás agentes me esperaban en la sotea del edificio.

00:00:37 - No pude dejar de maravillarme cuando observé que el vigilante llevaba unos guantes de cuero puestos, a pesar de que las mangas de su camisa no le cubrían ni los codos. Demasiadas películas norteamericanas pensé. El ascensor, en un tiempo increíblemente rápido, me subió hasta la sotea, justo por encima del piso 33. Cuando las puertas se abrieron, un frío extraño y denso me obligó a subirme el cuello de la chaqueta. Sin pensarlo dos veces, encendí un cigarrillo y contemplé la noche. El inspector me hizo una ceña para que me acercara hasta al balcón que le separaba del abismo.

00:01:18 - Cuando llegué, me agarré a la barandilla de tal manera que ni un luchador de sumo lograría soldarme.

00:01:25 - Mis piernas comenzaban a flaquear.

00:01:28 - Borjes, borjes, borjes, me siguen resultando extraño que alguien con su sangre fría se asuste tanto de las alturas.

00:01:36 - Además, señor inspector, si continúo usted haciendo observaciones gratuitas, me veré en la obligación de, bien retirarme o bien caer de mallado y mortalmente pálido. Ninguna de las dos opciones me es particularmente atractiva, así que por favor hábleme del asunto.

00:01:55 - El inspector me miró divertido y comenzó a relatármelo ocurrido. Verá, este edificio se diseñó con un propósito bien claro, evitar los robos. Las puertas de los departamentos son prácticamente inexpugnables y las cámaras custodiando cada pasillo. Sin embargo, nadie pensó que los ladrones podrían subir hasta el piso 33 por la fachada, romper el cristal de la ventana y hacerse con una importante colección de joyas y eso es exactamente lo que ha ocurrido esta noche. Un par de hombres llevaron a cabo tan increíble plan, pero salió mal.

00:02:39 - Cuando descendí en segundo, un hombre excepcionalmente pequeño, la cuerda se desprendió de la terraza y el ladrón se precipitó hacia el vacío.

00:02:49 - Su cómplice, supongo que horrorizado, huyó.

00:02:54 - Pero eso sí, llevándose el botín.

00:02:57 - Hasta aquí todo está muy claro, pero hay varias cosas que no entiendo.

00:03:00 - Por ejemplo, no hay marcas en la fachada de pisadas o señales de ningún tipo que delaten el hecho de que alguien ha escalado por ella.

00:03:10 - Tampoco logro comprender cómo pudieron desde allá abajo lanzar una cuerda de la que sí hemos encontrado muestras en la sotea y asegurarla para emprender la escalada.

00:03:21 - Y todo ello, sin hacer ruido alguno como es todo esto posible, creo que todas esas preguntas y algunas más se las podré contestar el vigilante.

00:03:34 - Tenía usted razón en pensar que el robo lo que metieron dos personas, pero se equivocó las perspectivas.

00:03:42 - En primer lugar, tal y como usted ha señalado,

00:03:45 - ¿cómo es posible arrojar una cuerda desde tanta distancia y asegurarla en una abrandilla?

00:03:52 - La respuesta es simple.

00:03:54 - Alguien ata la cuerda a la abrandilla y la desciende lentamente para evitar golpes hasta el suelo.

00:04:01 - Una vez allí, el ladrón se la ata su cintura y espera.

00:04:06 - Su cómplice en la terraza, un hombre muy vigoroso, va tirando de la cuerda hasta que su compañero, un sujeto excepcionalmente pequeño, como usted indicó, le hace una señal que lo detiene hasta la altura indicada.

00:04:21 - Abre la ventana, entra a la casa, lo queda un descanso a su forzudo amigo, y vuelve a colocarse la cuerda para salir al exterior.

00:04:30 - Pero durante el descenso ocurre un accidente.

00:04:34 - La cuerda se desliza demasiado de prisa por las manos del hombre fuerte, quemándole dolorosamente las palmas y deja caer a su cómplice.

00:04:44 - Baja corriendo, sale del edificio y recupera el botín antes de dar la alarma.

00:04:51 - De resultados de las quemaduras, nuestro hombre tiene que ponerse unos guantes que oculten las heridas a la policía, que está a punto de llegar.

00:05:01 - Pregúntele al vigilante de este edificio por qué lleva guantes de cuero en pleno verano.

00:05:07 - Y ahora, si me lo permite, quisiera regresar a tierra firme.

00:05:11 - Buenas noches, inspector.

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