Marzo  15, 2021

Episodio 2: Ideas que conllevan a sucesos inesperados

Todo se torna oscuro, pues sus preguntas comienzan a ser respondidas
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00:00:00 - La solución era algo muy sencillo, tomar turnos, dos dormirían mientras uno escababa y de esta forma podrían pasar toda la noche sin quedarse dormidos. Los tres decidieron intentarlos sólo una vez prometiendo que si no funcionaba abandonarían el pueblo y regresarían a sus hogares pues ya no les quedaba dinero suficiente para seguir con su plan de ir a la playa así que esa noche salieron de nuevo con todo lo que necesitaban y llegaron al lugar y pronto se pusieron de acuerdo a lejandro a escapar primero mientras los otros dos dormían después tomadas y finalmente salvador, así lo hicieron, escaparon por horas y por horas turnándose, pero alrededor de las 4 de la mañana salvador despertó a sus amigos gritando emocionado.

00:01:03 - Encontré algo, encontré algo, repetía con entusiasmo. Los otros se levantaron rápidamente y se acercaron al agujero que ya tenía más de 6 metros de profundidad. La pala había topado con algo que hacía un sonido metálico al golpearlo. Emocionados entraron al agujero, se pusieron de rodillas y comenzaron a escabar usando sus manos alrededor de aquel objeto. Entre los tres lo tomaron y lo sacaron del pozo. Efectivamente, se trataba de un cofre de hierro. No tenía ningún tipo de candado, así que decidieron abrirlo y acordaron no emocionarse demasiado, ya que aunque pesaba mucho, bien, podría estar vacío, pues el hierro así, no es de nada elijer. Tomás fue quien colocó sus manos bajo la tapa y lo alzó para abrir el cofre. Los tres amigos quedaron impresionados por lo que estaban viendo. El cofre estaba repleto de relucientes monedas de oro. Metieron las manos en él y sacaron algunas monedas para revisarlas. Estaban gritando y sonriendo pensando en todo lo que podrían hacer con aquel dinero. Cuando repentinamente escucharon una risa profunda que se unió a la de ellos. Rápidamente voltearon para saber de quién se trataba y dieron junto a ellos un hombre alto o de sombrero a quien no se le podía ver la cara pues se encontraba entre la oscuridad de la noche. Lo único que se veía era la roja braza del cigarrillo que llevaba en la boca. Un tanto extrañado y temeroso ya que el hombre quisiera robar su alioso jazzgo le preguntaron ¿Quién eres y cuánto tiempo llevas aquí? El hombre soltó otra carcajada y dijo tengo muchos nombres y respecto a tu otra pregunta llevo cientos de años aquí yo soy el guardián del tesoro y ahora este tesoro es suyo amigos míos ya que fueron los únicos que lograron escapar hasta encontrarlo. Felicidades, dijo el hombre extendiendo los brazos, los jóvenes quedaron pasmados al escuchar esto. Pensaron que era algún habitante del pueblo tratando de asustarlos para quedarse con su tesoro. No te creemos nada, gritó Alejandro.

00:03:17 - Lárgate de aquí, aléjate de nuestro tesoro. Replicó Tomás.

00:03:22 - El hombre volvió a sonreír y levantó la mirada. Se trataba del mismo hombre que los había visto en la cafetería, el que les había relatado en un principio a la historia del tesoro, pero ahora sus ojos eran distintos eran de un color rojo brillante como las llamas del infierno mismo sonriendo el hombre les dijo no pensé que ustedes lograrían esto pero lo hicieron y ahora por eso pueden llevarse mi tesoro es todo suyo pero hay una única condición cual preguntaron los tres al mismo tiempo el hombre guardó silencio tomó un poco de aire y después les dijo, uno de ustedes debe quedarse aquí conmigo a cambio al tesoro, ustedes deciden quién, el dato no es muy específico, simplemente les diré que funciona si todos están de acuerdo y si la persona está dispuesta a quedarse y sobre todo si los demás están dispuestos a dejarlo aquí, de otra manera nunca tendrán el tesoro, los tres se miraron entre ellos y salieron corriendo rápidamente hacia el pueblo tratando de no tropezarse. El tesoro ya no les importaba más, sólo querían salir de ahí. Salvador volteó hacia atrás pensando que tal vez el hombre lo seguiría, pero éste sólo permanecía de pie en el lugar mirándolos fumando su cegarrillo pacientemente. Cuando llegaron a sus dormitorios estaban demasiado asustados y hasta ahora no había nadie a quien contarles sobre lo que les había ocurrido. Permanecieron despiertos hasta la amanecer. Alrededor de las 8 de la mañana bajaron y salieron a la calle. Les extraño que no hubiera nadie en el lugar. Ya no se sentían tan asustados. Por alguna razón el día les hacía sentirse más tranquilos. Pero aún no podían asimilar del todo lo que les había ocurrido.

00:05:16 - ¡Debemos volver al lugar! dijo Alejandro.

00:05:19 - ¡Estás loco! grito Salvador.

00:05:22 - Después de lo que nos acaba de ocurrir, después de lo que nos pasó anoche.

00:05:26 - ¿Quieres volver ahí?

00:05:27 - Lo que debemos hacer es regresar a nuestra ciudad en el primer autobús que salga.

00:05:32 - Tenemos que alejarnos de este maldito pueblo.

00:05:35 - Tomás trató de calmarlo y le dijo.

00:05:38 - Ahora que lo pienso bien, tal vez ese hombre solo nos quería asustar.

tal vez solo por el miedo imaginamos lo demás eso mismo pienso yo dijo alejandro apoyando la iniciativa de tomás pero salvador no estuvo de acuerdo aún se sentía muy asustado y añidió aunque ese tipo se hubiera llevado nuestro dinero no podemos nada por ir a revisar tenemos que regresar las herramientas al herrero es lo menos que podemos hacer por coser tantas molestias a esta gente pues vayan ustedes dijo salvador yo me quedaré aquí sinceramente no me interesa nada que hay en ese lugar vayan por las cosas y yo los esperaré aquí para irnos en cuanto vuelvan está seguro dijo tomás salvador solo sintió con la cabeza y ahí sus dos amigos partieron por última vez a qué lugar durante el camino practicaban sobre lo idiota que habían sido al salir corriendo seguro el tipo de sombrero ya tenía su tesoro muy lejos de ahí en ese momento debía estar gastando su oro el oro que les pertenecía a ellos por derecho pero al llegar al lugar ambos se quedaron atonitos al notar de nuevo que aquella extraña situación estaba pasando de nuevo el lugar estaba intacto tal como en las veces anteriores no estaba ni siquiera las herramientas que les habían prestado. El árbol, el campo, todo permanecía silencioso y apacible, como si nada hubiese ocurrido en aquel lugar.

00:07:12 - Totalmente desconcertados decidieron dejarlo todo en el pasado y mejor no preguntarse nada. Simplemente salir de ahí lo más rápido posible, ir por

00:07:23 - Salvador y largarse del pueblo para no volver jamás. Regresaron corriendo pero al llegar al pueblo se dieron cuenta de algo muy extraño, el sitio estaba en ruinas, parecía que hubiese estado solo por los siglos, lo único que quedaban era vestigios de estructura y algunas casas destruidas por el tiempo, nada de esto tenía sentido, estaban realmente aterrados y desconcertados, llegaron corriendo al lugar donde se suponía estaban hospedados, lugar donde Salvador debería esperarles pero con el horror se dieron cuenta de que aquel edificio estaba en las mismas condiciones que el resto del pueblo totalmente abandonado. Subieron rápidamente las derrumbadas escaleras entraron en lo que quedaba de la habitación donde se habían hospedado pero sólo encontraron un lugar vacío sin muebles y casi cayéndose a pedazos.

00:08:17 - Lo único que había era un bulto cubierto con una vieja sabana blanca en medio del lugar. Ambos se acercaron cautelosos esperando que su amigo estuviera bien y que lo que estaban a punto de descubrir no fuera su cadáver o algo peor. Ambos tomaron la sábana y la levantaron rápidamente para descubrir lo que ocultaban debajo de ello. Lo que vieron los dejó sin habla. Se trataba del cofre, el cofre que habían desenterrado en la madrugada. Alejandro lo quien tuvo que abrir y lentamente levantó la tapa. Lo que había dentro del cofre era lo mismo que ellos habían encontrado. Monedas de oro, cada una de ellas acomodadas minuciosamente dentro del cofre. De nuevo su cara cambió de expresión. No sabían cómo había llegado ahí, pero estaban felices de tenerlo. Decidieron tomar todo el oro y después buscar a su amigo para contarle lo que había ocurrido. Tomaron todo el oro que pudieron y lo ocultaron en sus mochilas y un poco también en los bolsillos de sus pantalones.

00:09:22 - Cuando Alejandro tomó el último puñado de oro del cofre notó algo muy extraño.

00:09:27 - Había un pedazo de tela blanca con tres líneas grisas justo en el fondo del cofre. Alejandro soltó el puño de oro que tenía en las manos y sus ojos se llenaron de lágrimas.

tenía una cara de terror indescriptible y sostenía el pedazo de tela en su mano derecha.

00:09:43 - Cuando su amigo volvió a verlo, él había reconocido esa tela de inmediato. Se trataba de un trozo de la camisa de Salvador. Estaba totalmente seguro de eso lo hubiera reconocido en cualquier parte. Era un trozo desgarrado de la camisa que él mismo le había regalado en su cumpleaños pasado, la que Salvador llevaba apuesta la última vez que lo

00:10:06 - Tomás se quedó viéndolo asustado por la expresión en su rostro y en varias ocasiones le preguntó

00:10:12 - ¿Qué te pasa? ¿Qué ocurre? ¿Qué es eso? Dime, ¿qué es lo que está sucediendo? Al no recibir ninguna respuesta lentamente se cercuase Alejandro, quien pertenecía, quien permanecía inmóvil se puso a un costado de él y miró hacia el trozo de tela que él sujetaba en la mano.

otro que algo notó que algo estaba escrito ahí en el texto en la tela y la tela decía fue un placer hacer negocios con ustedes

00:11:01 - Subtítulos por la comunidad de Amara.org

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