Episodio 1: Aquí comienza la historia

00:00:00 - En los pueblos pequeños siempre existen historias y anécdotas oscuras y algunas también escalofriantes y extrañas. Las personas mayores siempre tienen algo que contar, relatos que pasan de generación en generación entreteniendo y asustando tanto a los habitantes como a los forasteros. Esta es la historia de Salvador, Tomás y Alejandro. Tres amigos quienes un día llegaron a un pequeño pueblo con la intención de pasar sólo una noche, pero no imaginaron jamás lo que en ese remoto lugar les esperaba.

00:00:47 - Llegaron al pueblo sólo como una escala para después continuar su camino hacia la playa que era su destino. Entraron a una pequeña cafetería donde habían visto un letrero que anunciaba la renta de departamentos en el piso de arriba. Decidieron entrar a comer algo y después dormir un poco. Mientras cenaban estuvieron discutiendo sobre pasar una noche más en el pueblo para acampar cerca de un lugar que les había llamado mucho la tensión al llegar ahí. En ese lugar había un árbol enorme que se podía ver desde lejos se medio de un campo totalmente libre, no había otras plantas, la vista era fenomenal y ellos querían acampar en ese lugar. Un hombre que estaba sentado en la barra a los escuchó hablar sobre el asunto y rápidamente se acercó a ellos. Los jóvenes estaban desconcertados, no sabían qué quería que el extraño, así que sólo lo miraron y el hombre también los miró. Después de un silencio incómodo, él réplico. Escuché lo que decían, sólo quiero pedirles o más bien advertirles que no vayan hacia allá, y mucho menos si es de noche. Ustedes no sonde por aquí, pero todos en el pueblo saben que no deben acercarse a ese lugar ni siquiera durante el día.

y es que ahí hay algo muy malo. Los jóvenes solo sonrieron incrédulos al escuchar aquel típico relato de pueblo. Ninguno creyó nada de lo que el hombre les decía, sin embargo,

00:02:28 - Alejandro le pareció interesante escuchar el relato, así que le dijo,

00:02:33 - Señor por favor siéntese y cuéntenos qué es lo que hay ahí. El hombre se sentó y ordenó una cerveza para todos. No se preocupen, yo pagaré la cuenta, dijo sonriente y después de tomar el primer trago, una vez que las bebidas habían llegado, les dijo. Se cuenta que en este pueblo han pasado muchas cosas terribles, muchas personas han muerto y por alguna razón la mayoría de sus sucesos han ocurrido exactamente en ese lugar. Muchos se han quitado la vida colgándose de una rama ese maldito árbol, muchos otros simplemente han desaparecido después de haber sido vistos por última vez rodando a que lugar.

00:03:19 - Y todo por ir en busca del dichoso tesoro del como le llaman los habitantes.

00:03:26 - ¿Tesoro? Preguntó Tomás.

00:03:29 - Sí, un tesoro, contestó el hombre con voz rígida, se dice que justo debajo de ese árbol hay un tesoro enterrado nadie sabe quién lo puso ahí muchos dicen que es de un general revolucionario quien lo escondió antes de ser fusilado y otros que fueron operadoras teca pero la mayoría dicen que ese oro lo enterró el mismísimo satanás en persona dicen que él lo puso ahí y que aún lo cuida esperando al tonto que acepte hacer un trato con él y nosotros somos esos tontos", dijo Salvador en tono de broma. El hombre sonrió y se levantó de la mesa, se puso su sombrero y dijo, me tengo que ir, espero que se diviertan en el pueblo y piénselo bien.

00:04:20 - Si quieren ir a ese lugar recuerden que yo ya les advertí. El hombre pagó la cuenta y salió del lugar. Los tres amigos estuvieron conversando por un rato más, pero no pudieron evitar tocar el tema de nuevo. Tenían mucha curiosidad, así que decidieron levantarse de la mesa e ir al lugar esa misma noche para comprobar si realmente había un tesoro ahí. Así lo hicieron, consiguieron algunas herramientas con el herrero del pueblo y partieron hacia que el lugar solitario.

00:04:54 - Justo al atardecer, llevaban lo necesario para acampar, además de unas lámparas y un par de cervezas. Una vez instalados y después de haber conversado por un rato comenzaron a escabar exactamente debajo del árbol, donde supuestamente estaría escondido el tesoro.

00:05:14 - Escabaron por horas hasta que llegó la madrogada y sin darse cuenta poco a poco se fueron quedando dormidos. A la mañana siguiente Tomás fue el primero en despertar, abrió los ojos y se quedó impresionado rápidamente. Despertó a sus dos amigas y les gritó,

00:05:33 - Miren, esto no puede ser, díganme que esto no es verdad. Sus amigos se levantaron abruptamente y un tanto molestos le preguntaron qué sucedía. Tomás solo dirigió la mirada hacia el lugar donde habían excavado toda la noche y dijo, Miren, todos quedaron mudos y luego estaba intacto. Como si nunca hubiese escavado, la hierba estaba acomodada perfectamente y no había tierra removida. Parecía que nunca hubieran siquiera pisado el lugar. Todos estaban extrañados, pero Alejandro, quien era bastante racional, sugirió una explicación.

00:06:17 - Supongo que estábamos muy borrachos, dijo, probablemente no trabajamos tan duro como pensábamos, o tal vez escabamos en otro sitio sin darnos cuenta.

00:06:32 - Escabaron durante horas nuevamente, habían hecho ya un agujero de unos 4 metros.

00:06:38 - Cuando el sueño comenzó a vencerlos, poco a poco, sin darse cuenta, todos se quedaron dormidos. A la mañana siguiente, cuando despertaron con una cara de asombro, los tres amigos miraron al suelo. De nuevo lo mismo, el lugar estaba intacto. La frustración y el miedo los embargó, esto no era nada normal, ni mucho menos un malentendido. Ahí había algo más y ahora estaban convencidos. Algo muy raro estaba ocurriendo. Salvador, el más asustado, siempre había sido él el más inteligente y sabía muy bien que lo mejor era alargarse el pueblo, olvidarse del asunto y tal vez no hablar de él, pero sus otros amigos no pensaban lo mismo, no podemos rendirnos así dijo Alejandro, estoy de acuerdo replicó Tomás, piénsalo si de verdad nos está sucediendo esto, si las historias son ciertas quiere decir entonces que realmente aquí debajo de nuestros pies enterrado en este sitio hay un tesoro, yo digo que debemos seguir intentando pues todo ese oro vale más que un tonto viaje a la playa, Salvador estuvo de acuerdo solo por no ir en contra de sus amigos pero en el fondo él realmente no quería estar ahí, así pasaron los días los jóvenes que habían planeado solo pasar una noche en este pueblo, ya llevaban más de una semana, cada noche era lo mismo, siempre lo mismo, escapar hasta quedarse dormidos y al día siguiente todo ha estado otra vez como antes, entonces se les ocurrió una idea.

00:08:36 - Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org