Señor Juez
"La presente declaración se suscribe con el fin de ejercer las funciones propias de los miembros del Consejo Nacional del Placer - CNP y se firma a los 22 días del mes de junio de 2017"
Tomado de: Entre cartas y poemas (Castro, Tania. In press)
00:00:00 - Esta noche estará llena de sorpresas por una situación particular que se ha presentado ante el señor juez, quien deberá tomar una decisión por el bien de todos, especialmente por el bien del más afectado. Los invito a escuchar con atención la carta titulada señor juez, tomada del libro inédito entre cartas y poemas, escrito por Tania Castro-Nuñez.
00:00:36 - Señor juez, ¿qué es esto que liberamos cuando estamos implicados en una bella agonía?
00:00:43 - Frenesí, amor, deseo, descarga de tensión erótica acumulada, quizás sea una amalgama de sentimientos y emociones reprimidas en el tiempo, esperando a ser liberadas cuando llegue el momento, tampoco a los mencionados anteriormente pueden absorberlos de todo cargo porque igualmente han sido partícibes de contiendas radicales con la adrenalina, la dopamina, la serotonina, la oxitocina y la feniletilamina al reñir sin cesar durante el combate cuerpo a cuerpo. Tal situación las ha llevado ante usted, señor juez, pues se han confabulado para sublevarse, seducir a la felicidad y obtener una recompensa, apoyando igualmente al cerebro en su defensa. Gracias por su amable atención, atentamente el corazón.
00:01:49 - El cuerpo que a su vez hace de jueves se levanta ligeramente excitado y pregunta
00:01:59 - ¿Quién ha sido el responsable de haber liberado a estos reos que están haciendo estragos en más de 8 mil terminaciones nerviosas? ¿Pudo haber sido el hígado? ¿Alguien en la sala pregunta?
y el acusado hígado pudo defenderse sin requerir de un abogado, porque sabía que sólo había liberado a la viris, almacenado energía y purificado la sangre. Esperaría que los directos responsables algún día le agradecerían. Al seguir indagando a los indicados de semejante acusación, el cuerpo procede a inculpar a los pulmones, quienes afirmaron haber sido los responsables de liberar solo al dióxido de carbono. Queda libre de cargos, replicó el cuerpo, quien a su vez encontró material probatorio para inculpar al sospechoso corazón, quien ya venía indignado con el cerebro y decidió contar los hechos en el siguiente documento.00:03:19 - Declaración juramentada, latidos del corazón, identificado como aparece al pie de mi firma, declaro bajo la gravedad de juramento que, primero, el cerebro y yo hicimos un contrato oneroso, pero yo siempre ando metiéndolo en líos y lo vuelvo capcioso. Sigo afirmando que, al entrar en negociaciones tipo contacto físico con otro cerebro y corazón, todo estará bajo control. Segundo, hice un negocio oculto con las caricias. Soborné a las manos, alias las gemelas. Quienes a su vez iban manipulando todo lo que encontraban a su paso, con decirle que se dedicaron a torturar a un par de senos que hallaron durante su huida al monte de Venus.
00:04:20 - Tercero, de repente todos los implicados empezaron a sentir una liberación placentera de la tensión acumulada por culpa de la excitación. Era ella quien liberaba a los verdaderos culpables que estaban bajo custodia del incuestionable cerebro, aunque realmente quien causó tal caos fue el hipotálamo, quien hizo que esa la llave de gozo se activará con su propio potencial. Igualmente autorizo a que se verifique por cualquier medio la información aportada en virtud de la mencionada declaración y en caso de falsedad a que se desplieguen las acciones contempladas en la ley. La presente declaración se suscribe con el fin de ejercer las funciones propias de los miembros del Consejo Nacional del Placer y se firma a los 22 días del mes de junio de 2017. Cordialmente, nombre completo, latidos del el corazón, documento de identidad número 316191271614 de la Ciudad de la Pasión.
00:05:49 - Entonces, ¿a quién le imputaremos los cargos?
00:05:55 - Preguntó el excitado cuerpo.
00:05:57 - La sala guardó silencio por unos instantes que le parecieron eternos e incómodos a su majestad, la virilidad, quien incapaz de erguirse por su propia voluntad, ya sea plácido y dispuesto a colaborar con la justicia, no sin antes haber acusado al sistema parasimpático de su actual situación como a la absolutamente fascinante doña conchita quien lo tenía confinado ejerciendo presión para que liberara su material viscoso. Señor juez dijo el acelerado corazón
00:06:49 - Todos los aquí presentes hemos contribuido en mayor o menor proporción. Aunque todos tenemos antecedentes que están registrados en otros pedimentos somos culpables de haber liberado a los reos e insisto de manera contundente que no debería caernos todo el peso de la ley.
00:07:17 - Si finalmente todos hemos contribuido con una loable causa, por eso le objeto con todo respeto liberen a los reos.
La Pasión, 22 de junio de 2017
Señor Juez:
¿Qué es esto que liberamos cuando estamos implicados en una bella agonía? ¿Frenesí?, ¿Amor?, ¿Deseo?, ¿Descarga de tensión erótica acumulada? Quizás sea una amalgama de sentimientos y emociones reprimidas en el tiempo esperando ser liberadas cuando llegue el momento. Tampoco a los mencionados anteriormente pueden absolverlos de todo cargo, porque igualmente han sido partícipes de contiendas radicales con la adrenalina, la dopamina, la serotonina, la oxitocina y la feniletilamina al reñir sin cesar durante el combate cuerpo a cuerpo, tal situación las ha llevado ante usted, señor juez, pues se han confabulado para sublevarse, seducir a la felicidad y obtener su recompensa, apoyando igualmente al cerebro en su defensa.
Gracias por su amable atención
Atentamente,
El corazón.
El cuerpo que a su vez hace de juez se levanta ligeramente excitado y pregunta: ¿Quién ha sido el responsable de haber liberado a estos reos que están haciendo estragos en más de mis 8 mil terminaciones nerviosas?
¿Pudo haber sido el hígado? Alguien en la sala pregunta y el acusado hígado pudo defenderse sin requerir de un abogado porque sabía que solo había liberado a la bilis, almacenado energía y purificado la sangre. ¿Esperaría que los directos responsables algún día le agradecerían? Al seguir indagando a los sindicados de semejante acusación, el cuerpo procede a inculpar a los pulmones, quienes afirmaron haber sido los responsables de liberar solo al dióxido de carbono. -Queda libre de cargos- replicó el cuerpo, quien a su vez encontró material probatorio para inculpar al sospechoso corazón quien ya venía indignado con el cerebro y decidió contar los hechos en el siguiente documento:
DECLARACION JURAMENTADA
Latidos del Corazón, identificado como aparece al pie de mi firma, declaro bajo la gravedad de juramento que:
1. “El cerebro y yo hicimos un contrato oneroso, pero yo siempre ando metiéndolo en líos y lo vuelvo capcioso, sigo afirmando que al entrar en negociaciones tipo contacto físico con otro cerebro y corazón todo estará bajo control.
2. Hice un negocio oculto con las caricias, soborné a las manos alias “las gemelas”, quienes a su vez iban manipulando todo lo que encontraban a su paso, con decirle que se dedicaron a torturar a un par de senos que hallaron durante su huida al monte de venus.
3. De repente todos los implicados empezaron a sentir una liberación placentera de la tensión acumulada por culpa de la excitación, era ella quien liberaba a los verdaderos culpables que estaban bajo custodia del incuestionable cerebro, aunque realmente quien causó tal caos fue el hipotálamo quien hizo que esa llave de gozo se activara con su propio potencial”.
Igualmente, autorizo a que se verifique por cualquier medio la información aportada en virtud de la mencionada declaración, y en caso de falsedad, a que se desplieguen las acciones contempladas en la Ley.
La presente declaración se suscribe con el fin de ejercer las funciones propias de los miembros del Consejo Nacional del Placer - CNP y se firma a los 22 días del mes de junio de 2017.
Cordialmente,
Firma del Declarante
Nombre completo: Latidos del Corazón
Documento de identidad No. 3.16.19.1.27.16.14 de la ciudad de La Pasión.
Entonces: ¿A quién le imputaremos los cargos? -preguntó el excitado cuerpo-.
La sala guardó silencio por unos instantes que le parecieron eternos e incómodos a su majestad la virilidad, quien incapaz de erguirse por su propia voluntad yacía plácido y dispuesto a colaborar con la justicia no sin antes haber acusado tanto al sistema parasimpático de su actual situación como a la absolutamente fascinante doña Conchita quien lo tenía confinado ejerciendo presión para que liberara su material viscoso.
Señor Juez dijo el acelerado corazón: Todos los aquí presentes hemos contribuido en mayor o menor proporción, aunque todos tenemos antecedentes que están registrados en otros pedimentos somos culpables de haber liberado a los reos, e insisto de manera contundente que no debería caernos todo el peso de la ley, si finalmente todos hemos contribuído con una loable causa, por eso le objeto con todo respeto: ¡Liberen a los reos!
