Abril  18, 2021

Luis Octavio Gutiérrez Montes: Un ser humano excepcional

Un gran amigo y colega se ha ido, pero nos deja un legado de honestidad y calidad.
Las flores que dejamos en tu tumba un día marchitarán, pero tu recuerdo, tu ejemplo, tu sonrisa, viejo Lucho, permanecerán para siempre, para siempre, para siempre…

00:00:00 - Buenas noches. Hoy leeré una carta muy sentida, donde el autor expresa su más profundo dolor ante la pérdida de un gran amigo y colega. La carta a Luis Octavio Gutiérrez Montes,

00:00:23 - Un ser humano excepcional fue tomada del libro inédito entre cartas y poemas, escrito por Tania Castro Núñez.

00:00:34 - Luis Octavio Gutiérrez Montes, un ser humano excepcional, 5 de mayo 1975 Caucasia Antioquia, 14 de abril 2021 Montería Córdoba.

que estaba frente a un ser humano excepcional un domingo por la mañana frente a la biblioteca central. Eran los primeros días de noviembre de 1994 y empezábamos con un par de meses de atraso nuestro primer semestre en la Facultad de Odontología de la Universidad de Antioquia.

00:01:14 - En ese entonces la FDO, como lo hemos llamado sus egresados durante sus ocho décadas de existencia, empezaba un proceso de transformación donde nos enseñaron a convivir con los libros para entender mejor el universo, incluido ese tan complejo de la boca. Entonces me vio venir, caminando desprevenido por un costado de la biblioteca y todavía sin saludarme dijo, vos sos de Montería. ¿Por qué? pregunté sorprendido, porque eres chiquito y tienes pantalón del hino burdo y se fue en ese río de carcajadas incontenibles y contagiosas que solamente le pertenecían a él, a Luis Octavio Gutiérrez, Luis Octavio o Lucho Montes como lo conocían sus amigas de adolescencia en Caucasia y que trascendió a Medellín a la FDO porque una de ellas lo dijo frente a mí y me pareció tan fácil seguir llamándolo así que creo que solo recuperó su apellido paterno ya en la vida laboral en el municipio de Ituango a donde llegó como dontólogo rural en 2001 y donde fue tan eficiente profesional y querido que escaló hasta ocupar la gerencia del hospital San Juan de Dios de Ituango, cargo al cual renunció para aspirar a la alcaldía de dicho municipio no siendo elegido.

00:02:54 - El hecho que de Luis Octavio de Dujera que yo era monteriano solo porque me vio con un pantalón del hino burdo me enseñó desde el principio que era un gran observador y conectaba unos hechos con otros con una facilidad que siempre le admiré. Ahora voy a ocupar la gerencia del hospital de caucacia y regreso a trabajar por mi tierra. No hay mal que por bien no venga. Le confesó a James corría poco después de la contienda electoral.

00:03:30 - Se lo confesó a James porque después de graduarnos, él y yo perdimos un poco el contacto, gracias a que desde entonces he vivido en tres países diferentes y en tantas direcciones que era difícil ubicarnos. Pero a James siempre lo tuvo cerca, no solo geográficamente, no físicamente, en las reuniones de gerentes de hospitales de Antioquia. Es que James, él y yo fuimos desde 1995 hasta 2000, amigos inseparables, uno solo y donde estaba uno, estaban los otros dos. Luis Octavio nació en el municipio de Caucacia el 5 de mayo de 1975 y desde muy temprano mostró talento para el fútbol. Recuerdos de esa pasión quedan en fotos de la época hoy descoloridas por el paso de tres décadas, unas portando la roja de su equipo amado en América de Cali, otras celebrando el triunfo del club

00:04:41 - Atlético Nacional en la Copa Libertadores de 1989 y otras luciendo la camiseta de las

00:04:50 - Divisiones Inferiores del Deportivo Cali, donde estuvo poco tiempo porque la inseguridad que se vive en las calles de nuestro país le hizo regresar a Caucasia.

00:05:02 - Entonces viajó a Medellín para estudiar licenciatura en educación física, carrera que dejó para ingresar al programa de odontología y donde tuvimos la bendición y fortuna de conocerlo. Con sus músculos de Johnny Bravo, capitán del Profilaxis Football Club, cuya arquería protegíamos John Hiro Marinojo, Julián Gómez en la delantera, y a todos nos tenía un remoquete que nos venía bien y una anécdota que siempre contaba para hacernos reír hasta explotar y lo conocimos como un gran estudiante, subrayando las fotocopias con tintas y resaltadores de mil colores que alegraban el texto como un carnaval, siempre dispuesto a proveer el mejor servicio a sus pacientes, preocupado por tener instrumentos y material de la mejor calidad, porque siempre hay que hacer las cosas bien, decía.

00:06:09 - Su época de estudiante universitario en los pasillos de esa FDO, de la cual uno nunca se va, está tan llena de recuerdos y anécdotas, espontáneo, inteligente, particularmente observador, siempre lleno de vida, admirador sin par del sexo femenino, simpático en su trato a los demás, no tragaba entero, inquisitivo, esculcaba, retenía lo bueno, le hacía gambetas a la vida diaria, no le temía los retos ni a los desafíos.

00:06:48 - Los fines de semana compartíamos tragos, palabras y ideas y el lunes llegaba fresco como una historia nueva. De mesio me decía, ayer vi una película en cine muy buena y a mí me extrañaba tanto porque sabía de sobra que él no iba cine, pero desprevenido caía en su trampa y le preguntaba qué película viste, y él insinuaba esa sonrisa de picardía y no perdía tiempo en partir la papaya, vi el hombre que no temía y al morir temió.

00:07:28 - Nosotros sus amigos no reíamos con él de sus chistes, de sus locuras, de su espontaneidad, la forma como combinaba su ropa y exagerábamos, diciéndole que vestía como Edgar Perea y se reía de él mismo porque era tarea imposible hacerle perder la calma.

00:07:50 - En la foto de nuestro grado el 20 de diciembre de 2000 aparece en el centro con una cara de seriedad que no le pertenecía, pero que sabía adoptar cuando la ocasión y circunstancia lo ameritaban. A su lado izquierdo aparecen César Uribe y Natalia

00:08:10 - Salas y a su derecha John Jairo Marin y Liliana Martínez. En realidad estamos todos. Aida Leddy Restrepo, Jaime Varela, Sandra Encapié, Juan Manuel Sosa,

00:08:24 - Angelica Sierra, Janet Toloza, Dani Lucy Martín, Juan Camilo Pérez, Beatriz y Sasa, ese 20 de diciembre de 2000, 10 días después del cumpleaños de Rosita Roldán, sin saber que esa sería la última vez que la vida nos tendría juntos.

00:08:49 - Luego fue a Ituango, donde por 20 años la vida premió a miles de Ituanguinos que lo conocieron en calidad de odontólogo, gerente del hospital, vecino, amigo, candidato a la alcaldía, compañero de vida de luchas, de sueños, no hay mal que por bien no venga, le dijo a James cuando supo que regresaría a su natal caucacia hace poco más de un año para dirigir el hospital municipal, entonces lo hizo lleno de vida con esa energía que nunca se le acababa, dejando un profundo vacío en Hituango. Estoy seguro que allí sembró tantas anécdotas y dejó tantos buenos recuerdos y enseñanzas como las que nos dejó entre nosotros, como estoy seguro que en algún momento se cruzó con algún hita honguino a quien vio con botas y seguramente le dijo te gusta usar botas porque las almas de botas van al cielo.

00:10:00 - El 13 de abril de 2021 Lucho Montes fue víctima fatal de esa violencia que ya había vivido en Cali en sus tiempos de jugador de fútbol.

00:10:13 - Me fui de Cali y renuncié a mi sueño de jugar fútbol profesionalmente porque prefieron que digan, aquí corrió y no aquí cayó. Me respondía cada vez que yo intentaba mortificarlo, diciéndole que habría podido jugar con Ricardo Gareca, con Julio Cesar

00:10:35 - Falsioni o con el mismísimo Pive Valderrama en la Selección Colombia.

Él usaba frecuentemente esa frase porque conocía de sobra el mundo violento de las calles colombianas.

00:10:52 - Una puñalada no se le niega a nadie, decía.

00:10:55 - Y a pesar de su pecho y sus músculos bien trabajados, era pacífico y alejado de los problemas.

00:11:03 - Tampoco sabíamos que esa frase que él repetía como una lección de colegio sería parte del final de su sendero porque no corrió sino que cayó al piso mal herido con dos tiros en la cabeza cuando desconocidos lo atacaron por ser valiente.

00:11:32 - Su hiso Octavio Gutiérrez Montes falleció en Montería en la mañana del 14 de abril del 2021. No tengo ningún mal recuerdo de él, como estoy seguro que tampoco lo tienen la inmensa mayoría de las personas que lo conocieron.

00:11:49 - A don Octavio de Ianidia le enviamos nuestra voz de aliento, un beso, un abrazo, a sus

00:11:59 - Sus hermanos, Oscar Mauricio y Nidia, a Natalia, su compañera de vida, y a Sofia, la hija que deja, también nuestras condolencias, su pérdida también es nuestra.

00:12:17 - En una sociedad donde vale más la comida de los cerdos que la vida misma, donde silenciar es más fácil que pensar, donde agredir es más divertido que jugar, y donde todos los días somos víctimas directas o indirectas de la violencia. La memoria de personas como tú viejo lucho permanecen para siempre. Pocas cosas puedo lamentar de mi relación con como que pocas veces hablamos en los últimos 20 años, porque yo en los Estados Unidos me enredé en mi sueño de ser cirujano maxilofacial, y tú en Colombia, en el de ayudarle a la comunidad porque siempre entendiste que era su nombre humilde, de casta provinciana, que luchaba con pujanza por la superación propia y la de los demás. Eso lo entendías tan bien que te apropiaste de aquellos versos que cantaba Diomedes Díaz. Cuna, ¿qué destino te ha tocado? Eres un poema de tristeza. Eres cual un niño regañado que solo llorando se consuela. Y ahora James y yo, al igual que quienes te quisimos, tus amigos de colegio, tus amigos de la FDO, tus compañeros de trabajo, estamos como niños regañados, que sólo en el llanto encontramos consuelo. Lucho, ¿qué destino te ha tocado? Eres un poema de grandeza, eres esa grandeza que James y yo recordaremos siempre hasta nuestros últimos días.

00:14:09 - Eres esa grandeza sin par, esa silla que nadie jamás podrá ocupar, porque cuando James y yo nos reunamos pondremos siempre esa silla en tu nombre, donde estarán tus anécdotas, tu risa, tu mirada, tus chistes de niño chiquito, y volveremos a tener 20 años en Medellín, en la FDO junto a ti, y volveremos a la casa de James en Medellín para estudiar anatomía y reírnos del mapa encarnado. Aquí nadie sabe quién es quién, pero espérate que lleguemos a diente y veremos.

00:14:49 - Llegó mamá, cancelada la bebeta de hoy, no me hagas eso Jaime, se pierde el respeto a la amistad y de la constelación de pendejadas que solo significaban algo para ti, para James y para mí.

00:15:05 - Y cuando mis hijos crezcan, les hablaré de ti, como les hablo de James, y de todos los amigos a quienes quiero como te quise a ti, porque mis hijos hoy son niños, y repiten y hacen cosas que me oyen decir o me ven hacer, pero que yo las aprendí de ti y los hijos de James seguramente alzarán pesas y barras, porque ven a su papá en las mismas sin saber que los músculos de James son una herencia tuya, que grande fuiste que habrá Montesca.

prometo que habrá un día en que yo voy a digerir todo lo que ha pasado con lo que fuiste y recobraré la serenidad. Entonces podré escribir un libro donde cobrarás vida nuevamente, así sea que solo publique 12 ejemplares, el de James y el mío, porque tú ya estás dormido y no nos puedes escuchar. Habrá un día viejo lucho, y de eso estoy seguro, en que volveremos a verte en un mundo mejor, cuando forjemos nuestras varas en rejas de arado y nuestros machetes empodaderas, cuando dejemos de alzar nuestras espadas y cuando dejemos de adiestrarnos para la guerra.

00:16:36 - Entonces volveremos a verte para disfrutar de ti, del hijo mayor de Octavio Gutiérrez y Nidia Montes.

00:16:49 - Entre tanto estoy tranquilo porque sé que estás sumergido en un profundo sueño.

00:16:57 - Las flores que dejamos en tu tumba un día marchitarán.

tu recuerdo, tu ejemplo, tu sonrisa viejo lucho permanecerán para siempre, para siempre, para siempre.

En una sociedad donde vale mas la comida de los cerdos que la vida misma, donde silenciar es mas fácil que pensar, donde agredir es mas divertido que jugar y donde todos los días somos víctimas directas o indirectas de la violencia, la memoria de personas como tu, viejo Lucho, permanecen para siempre. Pocas cosas puedo lamentar de mi relación contigo, como que pocas veces hablamos en los últimos 20 años porque yo en los Estados Unidos me enredé en mi sueño de ser cirujano maxilofacial y tu en Colombia en el de ayudarle a la comunidad porque siempre entendiste que eras un hombre humilde de casta provinciana que luchaba con pujanza por la superación propia y la de los demás. Eso lo entendías tan bien que te apropiaste de aquellos versos que cantaba Diomedes Díaz…

Cuna qué destino te ha tocado eres un poema de tristeza eres cual un niño regañado que sólo llorando se consuela