Episodio 1: Colombia: Violencia y Democracia

00:00:00 - Hola, muy buenos días, oyentes.

00:00:01 - El día de hoy nos encontramos cuatro estudiantes de la Facultad de Derecho, en donde vamos a hablar un poco sobre lo que ha sido Colombia durante los últimos años, haciendo énfasis en el pensamiento de San Hilao Zuleta.

00:00:11 - Este, sin duda, es uno de los filósofos colombianos más importantes del siglo XX, que comprende uno de los mejores pensamientos plasmados en el panorama de los años 30 en el país y que, de hecho, no ha de ser muy diferente la situación en este pleno siglo XXI.

00:00:23 - Nos encontramos Juan Camilo Afanador, Lizette Juliana

00:00:25 - Correa, Helen Camila Silva y quienes hablan María

00:00:28 - Paula Suárez y los invitamos a recorrer con nosotros parte de la historia colombiana en seis minutos. Bueno, haciendo un breve recuento, podríamos decir que San Ilao Zuleta nació en un mundo postrado por las divisiones coloniales en una tierra que era docil al prestigio de las grandes metrópolis, que nació en una época repleta de doctrinas y dogmas jurídicos en donde el panorama inicia con la onda una revolución que se confundía con las parciales luchas de la toma de poder estatal y con la ilusión de cambiar de frente la historia. Tarde que temprano comprendería que parece que no estamos ante un gobierno, sino ante un sistema, y que este más allá de ser una conspiración malvada es un orden cultural complejísimo al que hay que entrar a saber mirar, desmenuzar.

00:01:07 - Por lo tanto, Juan Camilo, hablemos un poco sobre la violencia en Colombia y cómo en medio de esta guerra está ni lado identificada ese sentimiento colectivo e integridad al combatirla.

00:01:17 - Bueno, sin duda la violencia en este país inicia desencanándose desde la llegada de los españoles a nuestro territorio cuando colonizaron, conquistaron y trajeron una nueva cultura en donde instauraron una religión diferente a la que la indígena platicaba. Y es que estas múltiples novedades de un primer mundismo básicamente pues arrasaron con la ancestral, con las tradiciones, con los costumbrismos, dejan resaltándose sin sabor de la esclavitud a la que atseguimos a causa de nuestra inocencia frente al hombre estudiado, frente al avance y frente a lo desconocido. Luego esa violencia sigue avanzando, Colombia se parte en 12 en los años 30 cuando Están en la ONU era un niño, y esa violencia misma dentro del territorio es lo que logra en este hombre tal calibre de ese pensamiento liberal, hace que busque soluciones y reflexiones frente a los sucesos históricos que incluso él le tocó vivir y bueno deja ver que para nada ha dejado estar de la actualidad, ¿no? La guerra para este señor era algo que nos unía a todos como hombres porque según él siempre estamos en un conflicto y exterminar la guerra son incluso utópico en el marco de la realidad social en la que vimos. Por eso la felicidad es el detonante en esta guerra que si bien en Colombia no nos enfrentamos contra enemigos ajenos sino que nos matamos nosotros mismos pues compartimos todos ese sentimiento de felicidad colectiva al momento de llevar a cabo frente a un enemigo en común. Entonces llegará por allá una colectividad diciendo que acabamos con la FARC o más adelante que acabamos con un narcotrófico que se lleva a la juventud y que en los años 80 acabó con la mitad de cuerpos policiales y miembro de la rama judicial e incluso con civiles que nada tenían que ver en este medio de este panorama del terror.

00:02:37 - Políticos, jueces, magistrados, muertes por doquier, Pablo Escobar sí que supo hacer de las suyas en el territorio colombiano, ¿no? Hablemos ahora pues un poco de participación política.

00:02:46 - Haylen, según es alislado Zuleta, que constituye el principal problema frente a esa relación de democracia y paz que no hemos podido consolidar incluso hasta el momento.

00:02:54 - Bueno, lo que yo tendría por decir es que el pluralismo es la base fundamental de la democracia, pues de éste se desprende un pensamiento individual que lleva a que el hombre sea el principal actor de la construcción de una democracia, y eso concluye en un diálogo sano y sólido en donde las columnas de aquel debate se van a establecer desde la tolerancia y el respeto mismo. Por eso es que hay que tener en cuenta algo y es que hay razón cuando está enislado su lota, menciona que la unanimidad acaba con el territorio, es básicamente la muerte misma para un estado que se considera en progreso. En un estado en donde todos piensen igual, en donde un soberano no toma en cuenta las diferentes posturas de los distintos sectores sociales del país, pues es un país que se estanca y se inunda de necesidades y problemáticas por no construir políticas públicas que se ajusten a las necesidades de quienes conforman y se están. Es aquí lo importante de la escucha, lo importante de tener en cuenta la palabra del otro, informar un criterio propio, pero no del todo cierto. Porque no existen opiniones verdaderas, todas son válidas y esa es la verdadera democracia, poder construir dentro del amplio marco de diferencias, porque como pueblo no podemos permitir que solo sean unos pocos quienes decían por nosotros. Bien decía Zuleta que la razón por la cual es los honorables con congresistas nunca lograban cambiar algo desde su posición de poder y toma decisiones es porque simplemente no les interesa. Quizás no existe una relación de interés conveniencia y esto es incluso un crimen dentro del marco participativo y democrático de este país. A los partidos políticos también se les debe pasar su cuenta de cobro en medio de esta violencia que no sólo es armada, sino que también es intelectual.

00:04:38 - Y por último compañera Liset Correa, cree usted que gran parte de los sucesos que son llamados inevitables, pero que al final pues sabemos que se pudieron haber prevenido, son en gran parte responsabilidad de un mismo Estado al no garantizar, bajo este Estado social derecho en el que nos encontramos, ningún derecho en su totalidad? ¿Es acaso la lucha de la ciudadanía el defenderse a sí mismos para garantizar sus derechos?

00:05:00 - Pues desde el panorama expuesto en el caso colombiano, ocurre algo más grave y más urgente, y es que no solo están amenazados los derechos económicos, culturales y sociales, con ese desconocimiento de los mismos por parte del legislador, sino que también se está dando cabida a la vulneración de los derechos humanos, derechos de primera generación, iniciando por apagar el derecho a la vida, inherente al ser humano por el simple hecho de existir, y el problema está no solo en ese extinguir de ese derecho, sino más bien en el poco actuar de ese legislador que no genera ni motivación alguna, ni normativa referente a ese constante ataque de los derechos bajo un estado social de derecho.

00:05:35 - Pero saben que es lo más bonito y a la vez lo que más lleva a reflexionar a esta anislada soleta? Que existió y existe, aún en Colombia, una inmensa riqueza humana. Gente que trabajan por el bienestar y la superación de nuestro pueblo de manera silenciosa en los barrios, en las juntas de acción comunal, en las juntas de rehabilitación, en las parroquias, en los comités de ayuda de la mujer, en las organizaciones campesinas, en las universidades, en casi todas partes y todo sin pedir nada a cambio. Es un capital de laboriosa buena voluntad que no se ve, que está oculto por la escandalosa presencia de los autores y las víctimas de la violencia, pero que está creando desde ahora una nueva cultura del respeto. Y esa es la labor ciudadana que se debe valorar, que aquel representante legislador de los sectores populares que promueven estas iniciativas debe ser incluso mejor que la propia ciudadanía y liderar tales procesos de la mano de ellos.

una vez más, resaltando a un pueblo que a fronte construye solo bajo los escombros de una democracia que lleva años consolidándose, nos despedimos. Muchas gracias por su atención.